La economía española alcanzó los 19,5 millones de ocupados en el tercer trimestre del año, una cifra que se mantiene en niveles de finales de 2008, con la creación de 183.900 empleos que reflejan una moderación del ritmo de crecimiento registrado en ese periodo en los últimos cinco años.
También los datos de desempleo continúan en cifras no alcanzadas en los últimos diez años, con 164.100 parados menos que dejan la cifra total en los 3,33 millones de personas y la tasa de paro en el 14,55 %, según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Estos datos reflejan un descenso del desempleo habitual en este periodo vacacional más moderado, algo que ya se había reflejado en los dos últimos años y que continuará en los próximos meses en consonancia con la actual fase de madurez del ciclo económico, según ha explicado hoy la secretaria de Estado de Economía, Ana de la Cueva.
El número de ocupados aumentó en mayor medida que disminuyó el de parados, debido a que la población activa (personas que trabajan o buscan un empleo) se incrementó en 19.800 personas, hasta situarse en 22,8 millones.
En el último año 478.800 personas han logrado un empleo, gracias a que 405.800 han salido del paro y a que 73.000 dejaron de ser inactivos.
Sólo en el tercer trimestre del año, el incremento del empleo se concentró en el sector servicios, con 210.200 ocupados más, si bien la construcción aportó 24.900 y la industria 2.800, mientras que la agricultura destruyó 54.000 puestos de trabajo.
El incremento del empleo se centró en los contratos a tiempo completo (369.800), dado que los de tiempo parcial disminuyeron, lo que redujo el porcentaje de personas que trabajan por debajo de la jornada entera (al 13,9%).
El número de autónomos creció en 7.200 personas, debido al incremento en 32.200 empleadores y pese al descenso de 25.800 empresarios o trabajadores independientes, mientras que el número de asalariados aumentó en 176.300 personas.
El incremento del empleo por cuenta ajena se concentró en contratos temporales (151.000), lo que elevó la tasa de temporalidad al 27,4 % del total de empleados.
El empleo creció más en el sector privado (134.200 personas) que en el público (49.700), más entre los hombres (134.000) que entre las mujeres (49.900), y sólo se redujo entre los trabajadores de 30 a 40 años.
En cuanto al desempleo, el descenso se concentró en los parados de larga duración (129.300 personas), así como entre aquellos que trabajaron por última vez en los servicios (58.600) y en menor medida, entre los que buscan su primer empleo y los que provenían de la industria, en tanto que se incrementó en la construcción y la agricultura.
El desempleo disminuyó más entre las mujeres (99.800 desempleadas menos) que entre los hombres (64.300), lo que acortó a tres puntos la diferencia entre la tasa de paro masculina y femenina, mientras que sólo se observó un incremento entre los jóvenes de 20 a 25 años.
Para el Gobierno, estos datos confirman una evolución positiva del mercado laboral, que se aproximan mucho al escenario esperado por el Gobierno y son compatibles con las previsiones incluidas en el plan presupuestario recién remitido a Bruselas, una valoración con la que no coinciden los sindicatos UGT y CCOO.
Ambos han resaltado la moderación que experimenta el mercado laboral y han hecho hincapié en que la débil mejora del empleo se circunscribe en la precarización del empleo, con un incremento de la tasa de temporalidad.
La CEOE, por su parte, ha lamentado que la creación de empleo «se esté desacelerando levemente», si bien advierte de un impulso del empleo fijo.
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