Si nos pusiéramos unas gafas de realidad virtual y nos trasladásemos a un futuro no tan lejano, en el año 2030, veríamos cómo el mundo en el que vivimos no puede tener ningún futuro con una sociedad sin valores. Nos guste o no, cada vez vivimos en un mundo más globalizado con mayor movilidad y más tecnológico y el capital humano es el activo principal. Así lo asegura Yolanda Triviño, fundadora y CEO del primer centro de investigación en innovación laboral, Valkiria, que junto con su comunidad Valkiria Innovation.
Según Triviño y su comunidad de expertos en innovación laboral, teniendo en cuenta el contexto de innovación y transformación en el que está inmerso el mercado actual, el talento se ha convertido en el único valor intrínseco de una compañía que le permite evolucionar hacia la creatividad, la innovación y alcanzar una prosperidad económica. En este sentido, los denominados Valores Fundamentales, basados en la psiconeuroinmunología, son los que nos permiten llegar a la Transformación Evolutiva por la que competirán las empresas del futuro:
- Valores personales: Son la base de nuestras creencias y patrones mentales, son aquellos que la educación y la cultura nos han impregnado en el ADN. Son los valores básicos, que sin ellos la persona no puede sobrevivir y cuando se rompe su solidez y consistencia, es cuando la persona siente que su autoestima y su seguridad se desequilibra y entra en el laberinto de los miedos y temores.
- Valores exponenciales: Son los valores enfocados totalmente al desarrollo de nuestras capacidades. Son los que nos permiten crecer y poner una mirada en el horizonte, en el Futuro. Refuerzan nuestra proyección. No podemos enfocarnos a ellos si primeramente nosotros no nos sentimos fuertes y seguros, es decir, si nuestros valores personales no están cubiertos nunca podremos hacer crecer nuestro entorno y, menos aún, desarrollar nuestras habilidades y expandirlas.
- Valores sociales: Son aquellos valores que nos relacionan con el entorno, dan valor a cómo nos sentimos y son aquellos que conectan nuestros valores personales que forman parte de nuestra identidad con los demás. Sobre esta aptitud se fundamentan las relaciones sociales, que son la base que construye relaciones de confianza, duraderas en el tiempo y sanas. Sin los valores sociales no podríamos llegar al tercer nivel más evolucionado en la clasificación de los valores: los valores exponenciales.
Los comentarios están cerrados.