Según el primer estudio socioeconómico integral sobre el cambio de las prácticas en el espacio de trabajo de Regus, proveedor global de espacios de trabajo, la previsión del aumento del trabajo flexible podría generar más de 8,6 billones de euros a la economía mundial hasta 2030. Este análisis, encargado por Regus y llevado a cabo por economistas independientes, fue realizado en 16 países clave para indagar en el estado del trabajo flexible en la actualidad y hasta el año 2030.
BENEFICIOS ECONÓMICOS
Regus ha detectado que entre el 8 % y el 13 % de todos los puestos de trabajo se asociará a espacios de trabajo flexibles en la mayoría de economías desarrolladas en el año 2030. El aumento en los niveles de trabajo flexible permitirá a las empresas ahorrar dinero, reducir los costes operativos y aumentar la productividad, provocando en última instancia una reacción en cadena en la economía, desde las principales empresas hasta las cadenas de suministro.
Entre las ventajas específicas se incluyen una mayor productividad empresarial y personal, una reducción de gastos en espacios de oficina para las empresas y millones de horas ahorradas en desplazamientos a los lugares de trabajo. Todos estos factores contribuyen a aumentar el valor añadido bruto del trabajo flexible para la economía.
VENTAJAS PERSONALES
El estudio ha puesto de manifiesto que el trabajo flexible no solo beneficia a la economía, sino que también ayuda a los propios profesionales. Las personas que trabajan a distancia tienen casi el doble de posibilidades de estar satisfechos con su trabajo que otros de su mismo sector que trabajan en un espacio de trabajo tradicional.
Un factor muy importante para ello puede ser el tiempo que ahorran los trabajadores gracias al trabajo flexible. Según un modelo de crecimiento acelerado, que presenta una simulación de la adopción del trabajo flexible a una velocidad superior a la actual, la reducción de los tiempos de desplazamiento al trabajo gracias al trabajo flexible podría permitirles ahorrar 3.530 millones de horas de aquí a 2030. Esto equivale al tiempo que pasan en el trabajo cada año 2,01 millones de personas.
Philippe Jiménez, country manager de Regus en España, señala: «El trabajo flexible es una herramienta poderosa que puede beneficiar no solo a las empresas, también a la sociedad y a economías enteras. Esto ha sido posible gracias a la adopción acelerada del trabajo flexible como práctica empresarial estándar para millones de personas de todo el mundo. Resulta muy emocionante considerar las maneras en que nuestra sociedad podría beneficiarse del aumento del trabajo flexible, en especial debido a que las expectativas de crecimiento hasta 2030 ponen de manifiesto hasta qué punto el trabajo flexible será clave en las próximas décadas. La esperanza es que las empresas aprovechen la oportunidad de formar parte de esta revolución y continúen ofreciendo espacios de trabajo flexibles a empleados de todo el mundo».
Por su parte, Steve Lucas, parte de Development Economics y autor del informe, afirma: «Tal y como demuestra este estudio, el trabajo flexible ofrece contribuciones significativas para la sociedad, desde la devolución del tiempo personal a los profesionales hasta la mejora de la economía, gracias a la creación de empleo y a la mejora de la productividad. Estas predicciones demuestran que el trabajo flexible es una fuerza económica sólida que tanto empresas como trabajadores deberían adoptar durante los próximos años».
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