De entre los mayores desequilibrios que se producen en el mercado laboral español está, por un lado, un exceso de sobre cualificación (muchos licenciados desempeñando tareas inferiores a su preparación) y por otro, un exceso de personas infra cualificadas por su falta de conocimientos y talento técnico.
Todos los gobiernos, desde el inicio de la democracia, han apostado por intentar incrementar el número de personas que realizan estudios de Formación Profesional, de momento, sin mucho éxito. En la actualidadsolamente el 12% de los jóvenes en edad de estudiar, eligen la Formación Profesional como opción, frente al 29% en los países de nuestro entorno. El actual gobierno ya está trabajando con un Plan Estratégico de Formación Profesional, que servirá de borrador para llevar a cabo una reforma de los estudios de FP.
Pero es que la existencia de un sistema fuerte de formación profesional es un elemento clave para el desarrollo económico y social, especialmente en el actual contexto de economía globalizada en el que la competitividad se ha convertido en un requisito básico para la supervivencia de los sectores productivos y de servicios
La apuesta por un cambio de modelo productivo, apostando por una industria basada en la innovación, la tecnología, la especialización y la sostenibilidad, debe llevar a un cambio de tendencia en la formación de los jóvenes y lograr, por un lado, que descienda el número de ni-nis, y, por otro, incrementar el número de personas con formación técnica de grado medio.
Para lograr un número mayor de personas que realicen estudios de Formación Profesional, ya que es la formación con mayor inserción profesional, se debe prestigiar la misma. Es claro que venimos de una cultura, quizás impulsada por el desarrollismo, en la que las familias quieren que sus hijos tengan una titulación superior, aunque, realmente, esta no garantice en absoluto la empleabilidad.
Algunas medidas que podrían tomarse para lograr que tengamos una fuerza laboral más cercana a las necesidades reales del mercado de trabajo, y con un número mayor de personas con titulaciones técnicas podrían ser:
1.- Cuando un producto es de buena calidad y, en principio, bueno para los consumidores, pero el mercado no lo acepta como debiera, lo primero que hay que hacer es cambiar la forma de presentarlo, su envase. Cambiar el nombre de la Formación Profesional, podría ser un paso interesante para empezar a percibir estos estudios como una buena opción para los jóvenes. Si está desprestigiado con este nombre, busquemos otro que la haga más atractiva. Parece una perogrullada, pero puede contribuira impulsar para estos estudios… qué atractivos resultan las denominaciones en Inglaterra del Certificate of Higher Education(Certificado de Educación Superior) , o el de Vocational Education and Training (Educación Vocacional y Entrenamiento) o los franceses Brevet d’étu des professionnelles (Certificado de estudios profesionales), Brevet de Technicien Supérieur (Certificado técnico superior) 0 Diplôme Universitaire de Technologies (Diploma Universitario en Tecnología)
2. Diseño y puesta en marcha de un Plan de Comunicación para mejorar su imagen exterior, explicar los diferentes ciclos formativos, salidas profesionales, demanda de empleo.
3.- Comunicar y explicar en los centros escolares y las Ampas las ventajas que puede aportar elegir esta opción. Las familias deben ser conocedoras de las virtudes de estos estudios
4.- Lograr una formación profesional adaptada a las necesidades reales de las empresas. Ello se logra con mayor colaboración entre empresas,agentes sociales y Administración y que deben trabajar juntos en la creación de las cualificaciones que requiere el mercado..y cada mercado..(adaptar las necesidades formativas a los diferentes zonas con sus industrias predominantes) En la actualidad tenemos 166 títulos de FP. ¿Son necesarios?. Ganar en agilidad para actualizar la oferta formativa es una de las claves en un mercado laboral que va a una gran velocidad y en la que, con los avances tecnológicos, somos incapaces de predecir las necesidades del mercado laboral a medio plazo
5.- Impulsar la Formación Profesional DUAL, de momento con poca implantación, incrementando la implicación del tejido empresarial para facilitar así el acceso al mercado de trabajo, asegurando una mayor cualificación y capacitación profesional e impulsando la inserción laboral
6.- Extensión de la internacionalización de la formación tanto para profesorado como para alumnos. Al igual que los programas Erasmusson habituales en la formación superior, deberían ser extendidos para la Formación Profesional, ayudando así a no solo a los estudiantes, sino impulsando a las empresas a aumentar su competitividad y la necesaria internacionalización.
7.- Facilitar, desde la finalización de los estudios de Formación Profesional, el acceso a los estudios superiores.
8.- Mayor preparación de los profesores. La rápida evolución tecnológica exige una recualificación constante para adaptarse a los cambios. Trabajar metodologías y habilidades didácticas para lograr la excelencia en la docencia, así como, mayor colaboración con formadores especializados del ámbito empresarial.
9.- Mejora de las infraestructuras (¿las instalaciones, son las adecuadas?). El disponer unas las escuelas con equipamientos tecnológicos, punteros en innovación e investigación, da atractivo a estos ciclos formativos
10.- Trabajar las competencias transversales y la orientación profesional: iniciativa, emprendimiento, trabajo en equipo, superación….Con itinerarios formativos y profesionales adaptados a cada individuo.
Las previsiones de la U.E. apuntan a una futura escasez de personas con titulación de formación profesional. Sin embargo, para muchos jóvenes y para sus padres, estudiar Formación Profesional sigue siendo hoy una segunda opción.. El 50% de la población trabajadora deberá estar en posesión de una cualificación de formación profesional para el año 2020, debido a que la innovación y los avances tecnológicos son elementos clavey así comola digitalización, la robotización y las tecnologías de la comunicación puedan producir un efecto de reducción del número de puestos de trabajo en el futuro inmediato, el balance general es que el mercado necesitará personal con formación técnica
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