El sector turístico no deja de crecer, tanto en términos de actividad como de empleo. Prueba de ello es que durante los meses de junio y julio superó por primera vez en la historia los 2,5 millones de afiliados, según los datos del Instituto de Estudios Turísticos (IET).
En un año, la cifra ha aumentado en un 3,8%, un punto más de lo que han crecido las afiliaciones de todos los sectores y prácticamente se ha incrementado en un 70% respecto a los niveles que registraba a principios del siglo XXI.
Nunca hasta ahora se habían superado los 2,5 millones de ocupados en el sector, ni tampoco había sido la economía tan dependiente del empleo turístico como hasta ahora. Según los datos del IET, los 2,49 millones de ocupados en el sector del mes de agosto supusieron un 13,25% del total de ocupados, una décima más que hace un año. No obstante, el porcentaje más alto de la historia se alcanzó en junio y julio, con una proporción del 13,28% de la afiliación total, cifra que también se había alcanzado en julio de 2017.
Aunque los datos muestran más dependencia que nunca del empleo turístico, también se aprecia un crecimiento importante del peso del empleo turístico en la economía en los últimos años. Hace diez años, en agosto de 2008, el turismo aportaba poco más de 2 millones de afiliados, el 10,7% del total. Hoy las cifras absolutas han engordado en casi medio millón de personas, mientras que el peso del empleo turístico ha crecido casi 3 puntos en solo una década.
Otro de los récords que ha traído este verano es el de asalariados en el sector turístico. En junio se superaron por primera vez en la historia los 2 millones de asalariados y en agosto se mantienen 2,006 millones, un 4,6% más que un año antes. Por su parte, los autónomos del sector turístico rozan el medio millón (489.901), aunque crecen a un ritmo más lento, del 0,7% anual.
Hostelería: el empleo peor remunerado
En el año 2016, último ejercicio disponible, el turismo aportó el 11,2% del Producto interior Bruto (PIB) español, su nivel más alto desde el ejercicio 2001, según los datos del INE. La actividad, a pesar de seguir creciendo, perdió peso en el conjunto de la economía al principio de los años 2000 debido a que aumentaba a menor ritmo que el PIB, inflado por otros sectores, como la construcción. No obstante, tocó suelo en 2009, cuando aportó el 10% del PIB, y desde entonces no ha hecho más que elevar su peso, al crecer a mayor ritmo que el PIB nacional.
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