La crisis económica provocó un aumento en el número de trabajadores con un contrato a tiempo parcial y también un crecimiento de aquellos que lo aceptaban como opción de enganche al mercado laboral, pero cuyo deseo no era este sino el de encontrar un empleo de jornada completa.
Con la mejora económica y del empleo, en los últimos 3 años se ha reducido en casi un punto porcentual la parcialidad y en lo que respecta a la voluntariedad, ha ganado más espacio (son ahora 162.000 personas más), frente a la involuntariedad (se ha reducido en 102.000 personas).
Si bien es cierto que la involuntariedad sigue predominando dentro de los trabajadores a tiempo parcial, también lo es que la tendencia de los últimos años es positiva y que esto, ineludiblemente, radica en una mejora de la productividad (directamente relacionada con el grado de satisfacción de los empleados con su puesto).
La parcialidad voluntaria crece en España, aunque en menor medida que en la UE-28
Aunque el dato es positivo, la mejora española ha sido más modesta que en otros países vecinos. Mientras que en nuestro país, la voluntariedad ha ganado 0,1 puntos según Eurostat, en la UE-28 lo ha hecho, de media, en 0,5 puntos porcentuales. Este motivo ha llevado a la brecha de parcialidad voluntaria entre España y la media de la UE-28, a ampliarse levemente (en 0,37 puntos porcentuales entre 2014-2017) hasta los 8,5 puntos porcentuales.
¿Cuáles son los motivos por los que la voluntariedad ha ganado terreno entre los trabajadores con contratos a tiempo parcial?
1. Compaginar empleo y formación
Si se analiza la descomposición del crecimiento de la parcialidad voluntaria, se observa que el motivo esgrimido con mayor frecuencia es poder asistir a cursos de enseñanza o formación. Los empleados que eligen la jornada reducida para compaginarla con cursos representan ya el 18,5% del total en el 1T18 (en el 1T14 solo eran el 13,3% del total) y son mayoritariamente hombres.
Este cambio se produce, principalmente, por el tránsito desde una situación de desempleo de larga duración hacia el empleo a tiempo parcial, que en ocasiones se apoya también en la temporalidad, como herramienta de reenganche al mercado de trabajo.
2. Favorecer el cuidado de familiares
Es otro de los motivos que más ha explicado el aumento de los ocupados a tiempo parcial voluntario. Reúne al 20% de los casos (solo aludía a este motivo el 17,1% del total de estos ocupados en el 1T14). Son perfiles que no desean un trabajo de jornada completa, dada la necesidad de atender a las obligaciones familiares o personales. Aquí el género es determinante y son las mujeres el colectivo más predominante (79,2% del total) y el que explica la mayor parte del aumento del número de ocupados a tiempo parcial voluntarios.
En este caso, el trasvase no se produce desde el paro de larga duración, que también, sino que las mujeres suelen renunciar con mayor frecuencia a su jornada completa para reducir el tiempo de trabajo y compaginar su vida profesional con la personal. La reducción de la jornada laboral (flujo de ocupados a tiempo completo a parcial) ha sido tres veces más frecuente entre las mujeres que entre los hombres en la fase de recuperación económica.
Este colectivo es más numeroso que el anterior, pues en el 1T18 representa el 35,5% del total, pese a haberse reducido con respecto al 1T14 (en este momento, representaba el 37,9% del total).
Las CCAA más productivas tienen mayor ratio de voluntariedad en sus jornadas parciales, aunque los motivos de los trabajadores varían de un área a otra
Al analizar la voluntariedad por zonas geográficas, vemos importantes disparidades, tanto en la tasa de parcialidad como en la ratio de jornadas parciales voluntarias y las causas que llevan a los empleados a elegir este tipo de contrato.
En relación con la tasa de voluntariedad, se observa una relación directa entre las regiones españolas más productivas y aquellas donde predomina la parcialidad voluntaria. En este sentido, Aragón, Navarra, La Rioja, el País Vasco y Cataluña son algunas de las regiones más productivas del país y las únicas CCAA donde hay más trabajadores con jornada parcial voluntaria que involuntaria.
Sobre cómo ha evolucionado la parcialidad voluntaria en los últimos trimestres, observamos que Navarra, Aragón, Cantabria, Canarias y la Comunidad Valenciana, son las CCAA donde más ha aumentado la parcialidad voluntaria. En el lado opuesto se encuentran las regiones con menor productividad laboral respecto a la media nacional, como son Extremadura, Andalucía, Canarias y Murcia.
Por último es importante destacar las diferencias encontradas en los motivos que llevan a los trabajadores de una y otra zona, a preferir este tipo de jornada. En Murcia, Cataluña, Madrid, Aragón y la Comunidad Valenciana más del 20% de los ocupados a tiempo parcial con carácter voluntario alegan que el motivo de haber elegido esta jornada es poder compatibilizarlo con la asistencia a cursos de formación. La conciliación familiar justifica más del 40% de las jornadas parciales voluntarias existentes en las Islas Baleares, Extremadura, Asturias y La Rioja, mientras que se sitúa por debajo del 30% en Murcia y Canarias.
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