Randstad, la empresa líder de recursos humanos en España, ha realizado un análisis sobre los demandantes de empleo que se encuentran ocupados en función de su nivel de formación, el sector en el que desarrollan su actividad y la región donde residen. Este análisis ha sido elaborado a partir de datos oficiales publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal correspondientes a los meses de enero entre 2008 y 2018.
Randstad destaca que 179.081 trabajadores con formación superior están buscando otro empleo, ya sea para mejorar su situación actual o para compatibilizarlo con el que ya tienen. Esta cifra es la más elevada de toda la década. Desde 2008, cuando se registraron 111.846 demandantes de empleo ocupados con formación superior, ha crecido un 60,1%.
A mayor formación, mayor búsqueda de empleo
El análisis de Randstad revela que existe una relación directa entre la formación y la búsqueda de otro empleo. En este sentido, cuanto mayor es el nivel de estudios de los trabajadores, mayor es el peso de los ocupados respecto al total de demandantes de empleo. Es decir, el 23,7% de los demandantes de empleo con estudios superiores se encuentra ocupado actualmente, lo que supone un aumento de 1,5 puntos porcentuales respeto a 2017 (22,2%).
A continuación, se sitúan los empleados con estudios secundarios; el 16,4% de estos demandantes están ocupados, casi un punto porcentual más que hace un año (15,5%), 490.162 trabajadores en términos absolutos. En último lugar se sitúan los empleados con estudios primarios con un 15,1%, 1,1 puntos porcentuales más que en 2017 y un total de 153.450 ocupados demandantes de empleo.
La tasa de demandantes de empleo más elevada desde 2008
A nivel nacional, el 17,3% de los demandantes de empleo se encuentra trabajando, es decir, 822.693 trabajadores que demandan un empleo ya cuentan con uno en la actualidad. Esta cifra, que ha crecido durante dos años consecutivos, acumula un incremento del 39,4% respecto a los datos de hace una década.
Cuando se analiza la serie histórica, se detecta que en 2008 esta cifra era de 590.000, el dato más bajo de toda la década, y el peso de demandantes de empleo ocupados respecto al total de demandantes era del 18,6%, la tasa más elevada de los últimos diez años. Este hito se debe a que el total de demandantes de empleo era más bajo que en los siguientes ejercicios.
Esta tasa de mantuvo entre el 16% y el 17% durante los tres años siguientes, descendiendo hasta el 14,9% en 2012 y encadenando después otros dos años de decrecimiento. En 2015, el peso de demandantes ocupados volvió a crecer (14,3%), tendencia que continúa hasta 2018, cuando alcanza el 17,3% actual, la tasa más elevada desde 2008.
En términos absolutos, 2011 registró el mayor número de demandes de empleo ocupados (947.498) de la última década, cifra que descendió durante los años siguientes sin bajar de los 800.000. Desde 2016, la tendencia de este dato es ascendente, alcanzando los 822.693 en enero de 2018.
Uno de cada tres demandantes de empleo en agricultura está ocupado
Otro de los factores que analiza Randstad y que influye de manera directa en el estudio de los demandantes de empleo ocupados es el sector en el que los profesionales desarrollan su actividad. En este sentido, destaca el caso de agricultura, que cuenta con el mayor porcentaje de demandantes de empleo ocupados. En concreto, el 35,1% de los trabajadores del sector inscritos como demandantes de empleo ya cuentan con un trabajo, es decir, 122.331 empleados.
A continuación, se sitúa el sector servicios, con el 18,1% y un total de 585.728 trabajadores buscando empleo. En el caso de industria, el porcentaje es del 15% con un total de 61.811 ocupados demandando empleo. Por último, el sector de la construcción es el que registra una tasa menor (11,2%) con 44.482 demandantes de empleo ocupados.
Baleares y Euskadi, las regiones con mayor peso de demandante ocupados
Otro de los aspectos que tiene en cuenta Randstad es la comunidad autónoma donde reside el profesional, ya que esta influye directamente en los demandantes de empleo ocupados. El peso de estos respecto del total de demandantes oscila entre el 9% y el 47%.
En esta línea, llama la atención que Baleares (47,1%) y Euskadi (43,5%) triplican el peso de los demandantes de empleo ocupados respecto a la media nacional (17,3%). A continuación, se encuentran Murcia (22,2%), Aragón (21,8%), Extremadura (20,5%) y Navarra (20,5%). Todas estas regiones se sitúan por encima de la media nacional, aunque a más de 20 puntos porcentuales de las regiones que registran mayor tasa.
Inmediatamente por debajo de la media nacional, están Andalucía (16,1%), Comunitat Valenciana (15,2%) y La Rioja (15,1%). Después, se sitúan Catalunya (14,4%), Cantabria (14,2%), Madrid (13,5%) y Asturias (13%). Por último, Castilla-La Mancha (11,8%), Castilla y León (11,5%), Galicia (11,1%) y Canarias (8,9%) ocupan las últimas posiciones.
Si comparamos el peso de este colectivo de ocupados con el total de demandantes, Randstad destaca que respecto al año anterior, todas las comunidades autónomas, a excepción de Madrid (-1,2 p.p.), han aumentado. En concreto, Euskadi es la región que más ha crecido (+4,4 p.p.). Seguida de Baleares (+2,2 p.p) y Murcia (+1,16 p.p.).
También en el ámbito provincial, al igual que en el autonómico, se detectan grandes variaciones en función de la provincia de residencia del trabajador. Después de Baleares y las tres provincias vascas, con uno de los mayores pesos, se encuentra Huesca (30,2%), Teruel (27%) y Girona (25,2%). Por su parte, León (9,5%), Las Palmas de Gran Canaria (9%) y Santa Cruz de Tenerife (8,9%) son las que menor aumento muestran.
En términos absolutos, Andalucía (190.582), Euskadi (118.910) y Catalunya (78.475) son las comunidades que más trabajadores buscando otro empleo tienen. En concreto, estas tres regiones agrupan el 47,2% del total de profesionales de este colectivo. En el lado opuesto, con menos de 11.000 ocupados están Navarra (10.284), Cantabria (7.533) y La Rioja (3.405).
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