Más del 90% de las ocupaciones profesionales ya requieren alguna competencia en TIC y el número de puestos de trabajo que requieren habilidades tecnológicas aumentará en 16 millones para el año 2020. Son datos de la Unión Europea recogidos en el Informe IMMUNE sobre el estado del Coding, que dejan claro la importancia que las disciplinas relacionadas con las nuevas tecnologías tienen en el mercado laboral actual y futuro.
Además, continúa el informe, la demanda de profesionales cualificados en el sector TIC crece un 3% cada año. Una demanda que no cubren el número de graduados que cada año salen de las universidades españolas. Esto se traduce en una brecha entre la oferta de empleo y el talento disponible que resulta difícil cubrir. Según el informe elaborado por IMMUNE, “si nadie toma cartas en este asunto, antes de 2020 habrá una escasez de hasta 900.000 profesionales de TIC en toda Europa”.
A esta escasez de talento formado, hay que sumar, según indica el Informe IMMUNE, que los perfiles profesionales del sector TIC “se redefinen a un ritmo mucho más rápido del que es capaz de adaptarse el sistema educativo”. Todo esto se traduce en que el 41% de las empresas europeas que reclutan o intentan contratar especialistas en TIC tienen dificultades para cubrir las vacantes, concluye el informe.
El coding, de hobby a salida profesional
La rápida evolución del sector TIC ha facilitado, según IMMUNE, la creación de nuevos perfiles profesionales a medida que se desarrollaban nuevas tecnologías. Este es el caso del coding, que ha cobrado especial importancia dado el impacto de las nuevas tecnologías en todos los sectores industriales.
Según el informe IMMUNE, actualmente la mayor parte de los desarrolladores lo consideran un hobby, y un tercio de los desarrolladores profesionales reconoce que tiene menos de cinco años de experiencia.
Baja penetración de los estudios STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas)
El déficit de talento TIC en Europa ha ido in crescendo en la última década, el informe elaborado por IMMUNE pone de manifiesto que el bajo número de profesionales disponibles viene en gran medida de la falta de graduados. Según los datos del informe dentro de la Europa de los 28 se graduaron un 30% más de alumnos en Ciencias Sociales y Empresariales, que en estudios STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
A esto se suma la brecha de género que muestra el sector de las nuevas tecnologías, donde las mujeres representan solo el 3% de los graduados en todo el mundo.
Autodidactas y formación no reglada
Según el Informe IMMUNE, además de la escasez de talento, hay que poner atención a que, en España, sólo el 19% de los profesionales de IT españoles tienen las competencias necesarias para el desempeño de sus roles declarados. El hueco que existe en la oferta formativa se suple con vías alternativas, que en muchos casos no cubren los estándares de calidad y conocimientos necesarios para generar a profesionales formados.
Según este informe casi el 90% de todos los desarrolladores se reconocen como autodidactas a la hora de aprender un nuevo lenguaje, marco o herramienta, y entre los desarrolladores profesionales, casi la mitad afirma que ha realizado cursos MOOC (Massive Online Open Courses), mientras que una cuarta parte ha participado en algún hackathon para recibir formación. El informe IMMUNE también señala que es habitual encontrar desarrolladores profesionales con una gran experiencia que no han completado un grado (12%), mientras que algo más del 9% ha completado sólo la educación secundaria.
Asimismo, la rapidez con la que cambia el sector y aparecen nuevas tecnologías y lenguajes de programación obliga a los profesionales de IT a estar aprendiendo de forma constante para seguir en activo.
El sector tecnológico tiene por tanto una clara necesidad de poner en marcha programas de formación desarrollados específicamente para cubrir esta demanda. El informe IMMUNE destaca que “la dependencia de los sistemas económicos mundiales de la tecnología para seguir creciendo y garantizando el bienestar social, hacen ineludible replantear cómo generamos talento y qué tipo de talento estamos cultivando. Alinear las vías de acceso a conocimiento con la demanda actual generando modelos prácticos que atraigan la atención de los más jóvenes; ajustar el desarrollo de habilidades sociales y conocimientos técnicos a la demanda de las empresas, y potenciar la innovación y el espíritu emprendedor, son algunos de los retos educativos actuales para formar a los profesionales del futuro”
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