El Instituto Cuatrecasas ha presentado en el hotel NH Collection de Sevilla el tercer informe del Proyecto Technos, en el que se analiza el impacto de la robótica en los recursos humanos y en el marco regulatorio de las relaciones laborales.
La creciente automatización de los procesos productivos obliga a los trabajadores a interactuar diariamente con robots, una situación inédita que obliga a las empresas, y en especial a los departamentos de recursos humanos, a optimizar la integración de los nuevos miembros a las plantillas.
A pesar de la evidencia de que la robótica no implica necesariamente la destrucción de puestos de trabajo, el 88% de los profesionales de recursos humanos consideran que su incidencia en el mercado laboral será alta o muy alta. Para evitar que la actitud ‘tecno-pesimista’ se impregne en las organizaciones, éstas deben incidir en la gestión emocional de los empleados, además de implantar una estrategia de comunicación intensa y transparente. En este sentido, Guillermo Tena, director del Instituto Cuatrecasas, afirma que “la actitud de las personas va a ser crucial para una adopción exitosa y potencialmente más intensa de robots en la empresa, por lo que resulta esencial desplegar en toda la organización acciones que generen o aumenten confianza entre el trabajador y el empleador para facilitar que los empleados abracen el cambio como algo más o menos natural.”
La formación de los trabajadores y su recolocación, si esta fuera necesaria, es otro de los aspectos a tener en cuenta. Así, desde recursos humanos deberán proteger la empleabilidad de las personas, no de los puestos de trabajo.
Desde el punto de vista del marco regulatorio, en España no hay una ordenación legal específica sobre el propio concepto jurídico de robot y la extensión, límites y consecuencias legales que plantea la introducción de la robótica, en general, y en las relaciones laborales, en particular. Ante la posibilidad de que las organizaciones introduzcan robots en los procesos productivos sin consensuarlo con las plantillas, Salvador del Rey, presidente del Instituto Cuatrecasas, afirma que “desde la perspectiva del mercado de trabajo, no sería deseable limitar el derecho de los empresarios a decidir sobre la incorporación y desarrollo del elemento robótico en el proceso productivo, aunque ello pueda eventualmente repercutir de manera perjudicial en el empleo a corto plazo en determinadas actividades y empresas. Aun siendo aconsejable que la Ley contemple determinadas obligaciones adicionales para el empresario a efectos de una mayor empleabilidad de los trabajadores afectados por la robotización, ello ha de primarse sobre una hipotética imposición legal de medidas limitativas a la libertad empresarial al respecto.”
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