Nueve de cada diez start up tienen pensado ampliar su equipo a corto plazo. Los desarrolladores de software, ventas y márketing se sitúan a la cabeza de una demanda en la que también se encuentran los perfiles relacionados con tecnología de la información y servicio al cliente. Esta previsión al alza en las contrataciones es uno de los síntomas de que las nuevas empresas nacen con vocación de permanencia. Lo confirman datos como que un 9% tiene entre tres y cinco años de vida (el doble que hace un año y un 2% más que en Europa) y un 19% ya ha alcanzado un nivel de desarrollo growth, frente al 17% de 2016. También desciende el número de start up que han fallado, un 55%, un 7% menos que el año pasado, y la cifra de las que han sido vendidas pasa del 34% al 29%.
Oportunidad profesional
Spain Startup-South Summit ha analizado 1.585 proyectos de los 3.516 que participan en la Startup Competition para llegar a estas conclusiones con las que ha elaborado el Mapa del Emprendimiento 2017, que además ofrece otros datos interesantes que anticipan que las start up españolas han superado su mayoría de edad. Los culpables de esta evolución positiva son los emprendedores. Casi la mitad de ellos, un 48%, lo es en serie, la misma cifra que en Europa, mientras que en Latinoamérica aumenta hasta el 54%.
Los españoles que deciden ser su propio jefe son recurrentes, se profesionalizan y sus proyectos fallan menos, un 50% frente a un 54% desde una perspectiva global. Sólo un 1,5% de los emprendedores estaba en situación de desempleo antes de lanzar su negocio. «El emprendimiento es una opción laboral, cada vez más meditada y menos un mecanismo de inserción laboral», afirmó ayer María Benjumea, fundadora de Spain Startup-South Summit, en la presentación de este informe. «Estamos ante un emprendedor centrado en la creación de su proyecto y el desarrollo de su start up, que no aspira a convertirse en un empresario, sino en un profesional de la innovación», añadió.
Antes de montar su empresa, el 57% de los emprendedores españoles ha trabajado por cuenta ajena. Otra prueba de esta madurez es que ocho de cada diez crean su start up para innovar tras detectar una oportunidad real de negocio. No sorprende, por tanto, que la mayoría de las iniciativas que participan en esta convocatoria de Startup Competition estén relacionadas con el fintech, la realidad aumentada, arte y diseño.
Sin embargo, aún quedan algunos desafíos a los que se enfrenta el emprendedor. El primer lugar lo ocupa la financiación: un 57% recurre a recursos propios para montar su empresa, un 24% a amigos y familiares. Queda un largo camino por delante en la profesionalización y sofisticación de los modelos de financiación en España: aumentan los partidarios de acudir a fondos privados (15%) o a fórmulas alternativas como el crowdfunding (2%).
Por otra parte, sólo un 14% de las start up ha conseguido un ebitda positivo, una cifra similar a los proyectos que aspiran cerrar este año con una facturación entre 150.000 y 500.000 euros.
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