Muchas cosas seguirán siendo parecidas en la relación entre Reino Unido y la UE el día después del Brexit, según ha confirmado el ministro británico de Finanzas, Phillip Hamond. «Después habrá un proceso, entre la fecha que dejemos la UE y la fecha en el que entren en vigor los nuevos tratados que debemos negociar», explicó.
El ministro no fue capaz de precisar la duración de ese periodo transitorio, pero indicó que deberían estar en vigor antes del final de la legislatura. «La gente habla de un año, dos, quizá tres… Creo que hay un amplio consenso en que el proceso debe estar completado para la fecha programada para las próximas elecciones, en junio de 2022», aseguró Hammond, en declaraciones a la BBC.
Durante la priemra fase de ese periodo de transición, y siguiendo la línea exigida por el sector empresarial británico, el objetivo es mantener el acceso al mercado único y a la unión aduanera. Ya en la segunda fase empezarían a implantar las nuevas condiciones acordadas con Bruselas.
La posición defendida por Hammond hoy confirma que, tras perder la mayoría absoluta en las pasadas elecciones generales, el Gobierno británico busca negociar un Brexit más suave, que mantenga algunas condiciones actuales y anteponga los intereses económicos al control de fronteras.
Libre circulación
En este sentido, también aseguró que la libre circulación de trabajadores se mantendrá también hasta 2022. De esta forma, el ministro corrige al secretario de Estado de Inmigración, Brandon Lewis, que el jueves había asegurado, tajante, que la libre circulación de trabajadores finalizaría en marzo de 2019, con la implementación del Brexit.
«Hemos dejado claro que pasará algún tiempo antes de poder introducir controles migratorios completos entre Reino Unido y la UE», explicó Hammond. «No es una opinión, es un hecho. Durante el periodo de transición posterior a nuestra salida de la UE, los ciudadanos europeos podrán seguir viniendo a Reino Unido, pero tendrán que registrarse, para saber quién va y quién viene», aseguró el ministro.
En la misma línea se ha mostrado la ministra de Interior, Amber Rudd, que ayer también salió a la palestra para corregir las palabras de Lewis. «Habrá una fase de implementación en el que los nuevos trabajadores procedentes de la UE tendrán que registrarse mediante un sencillo sistema», aseguró Rudd, en declaraciones recogidas por The Guardian. «La nueva política de inmigración con la UE entrará definitivamente en vigor solo cuando este periodo transitorio haya finalizado», concluyó.
El objetivo de estas declaraciones es tranquilizar a las empresas británicas, que temen perder trabajadores cualificados si se cierra la frontera abruptamente con la entrada en vigor del Brexit.
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