Hace no tanto tiempo llegar a los 65 años era cumplir una etapa de la vida y empezar otra. Era marcar un hito. Suponía, después de años de duro esfuerzo -unos más que otros-, jubilarse. Pero eso era antes, ya que ahora, en Estados Unidos, el 20% de las personas mayores de 65 siguen trabajando, el nivel más alto en al menos 5 décadas.
Por tanto, jubilarse ya no es una opción. La realidad es que millones de estadounidenses mayores de 65 trabajan a tiempo completo o parcial. El 20% de los norteamericanos, la tasa más alta desde 1962, que deberían estar disfrutando de su retiro siguen contribuyendo y produciendo, según detalla la CNBC.
Dicen que la historia es cíclica, y esta se empeña en demostrarlo. Años después del fin de la Gran Recesión cientos de miles de norteamericanos se vieron forzados a permanecer en la fuerza laboral por más tiempo para llegar a fin de mes.
En el año 2000, tan solo el 13% de los estadounidenses de 65 años o más seguían trabajando a tiempo completo o parcial, según datos de Pew Research. En la actualidad ese número ha crecido, y las previsiones para el año 2021 no hacen sino enturbiar un panorama ya de por si desolador ya que, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EEUU, el 32% de los mayores de 65 seguirán trabajando para entonces.
Y esta situación, según los expertos, irá a peor. Con menos pensiones y un ahorro de jubilación insuficiente, retirarse a los 65 años no será financieramente posible para muchos ciudadanos. La gente no está concienciada. Los americanos a los que su trabajo no concede un plan de jubilación asociado no ahorran; de hecho, solo el 5% abre un plan de jubilación individual.
A día de hoy, en EEUU, hay más trabajadores mayores de 55 años en activo que los que están comprendidos en el rango de entre los 16 y 24 años. Una brecha que se espera se amplíe con el paso de los años. A pesar de todo, y según la American Association of Retired Persons (AARP), uno de cada 5 mayores de 65 que trabaja es porque quiere, porque realmente disfruta con lo que hace, y no tanto por necesidad.
«El trabajo es una salida social, se sienten productivos, así que hay una buena razón para que la gente realmente quiera permanecer en el lugar de trabajo por más tiempo», explica el vicepresidente de AARP, Jean Setzfand. «Porque en realidad vivimos más tiempo y qué mejor manera de permanecer comprometidos con la sociedad que en el lugar de trabajo», sentencia.
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