Commerzbank, el segundo banco más grande de Alemania y parcialmente nacionalizado, ha acordado con los sindicatos nuevas condiciones para completar la reducción de empleados, objetivo que se enmarca dentro de su plan de reestructuración anunciado en otoño de 2016, según ha informado la compañía.
En concreto, la entidad alemana ha explicado que el despido forzoso quedará como último recurso para llevar a cabo la reducción de empleo, de forma que previamente se pondrán en marcha una serie de medidas pactadas de manera vinculante.
«El objetivo de Commerzbank es garantizar que la reestructuración se desarrolle de la forma más socialmente responsable posible y que los trabajadores que se queden mantengan un empleo decente», ha asegurado la directora de Recursos Humanos, de Cumplimiento Normativo y Legal de la entidad, Bettina Orlopp.
De igual modo, la directiva ha añadido que «las reducciones de personal son dolorosas tanto para los afectados como para el banco, si bien, son necesarios para hacer que Commerzbank continúe bien encaminado en el futuro».
De esta forma, el acuerdo incluye un conjunto de medidas específicas diseñadas para compensar o reducir las desventajas financieras para los afectados. Así, para amortiguar el impacto Commerzbank ha anunciado que les proporcionará ayudas para la búsqueda de un nuevo empleo.
En la primavera de 2017 ya se habían pactado disposiciones como un programa a tiempo parcial vinculado a la edad, mientras que este jueves se han añadido otras como jubilaciones anticipadas, un sistema específico de indemnización por despido a mayores de 56 años ’56plus’, supresiones de contratos con indemnizaciones o reducciones voluntarias de la jornada laboral.
La entidad alemana, como parte de su estrategia ‘Commerzbank 4.0’, busca aumentar de forma sostenible su rentabilidad para finales de 2020, centrándose en sus negocios principales y digitalizando el 80% del mismo. Esta nueva orientación, «hace inevitable el recorte de personal», ha señalado el banco.
Su objetivo, por tanto, es contar con un total de 36.000 puestos de trabajo a tiempo completo en 2020, frente a los 43.000 empleados a tiempo completo con los que contaba a finales de 2015.
Según sus propios cálculos, el plan de reestructuración le costará alrededor de 810 millones de euros en el segundo trimestre de 2017, principalmente por el coste de la reducción de personal.
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