La inestabilidad geopolítica y la gestión de personas son los mayores desafíos a los que se enfrentan los directivos del sector de la construcción, según un nuevo estudio publicado por Willis Towers Watson, empresa líder en consultoría, broking y soluciones globales.
Willis Towers Watson ha encuestado a 350 directivos de todo el mundo acerca de las tendencias y los riesgos más importantes a los que se enfrenta el sector. Las tensiones geopolíticas se sitúan como la principal amenaza, como consecuencia de los recortes de la financiación pública y su compromiso de cumplimiento de los planes de infraestructuras.
La segunda mayor preocupación se centra en la gestión de personas. El aumento del requisito de habilidades digitales, las redes de empleados cada vez más globales y la disparidad de regulaciones laborales están haciendo cada vez más compleja la gestión de sus empleados. Una situación que, combinada con el envejecimiento de la población, convierte la necesidad de atraer y retener el talento en una de las mayores inquietudes y que más impacto tendrá a largo plazo en el sector de la construcción, según el estudio.
Juan Sánchez de Amoraga, responsable de Construcción en España de Willis Towers Watson, ha declarado que “nuestros datos muestran que los principales retos a los que se enfrentarán las compañías constructoras estarán fuertemente influenciados por la estabilidad política y los recursos humanos. Las estrategias derivadas de la Gestión de Riesgos tendrán que ser continuamente reevaluadas y deberán ser una prioridad en las compañías constructoras para protegerse frente a riesgos emergentes y conseguir ventajas competitivas”.
El estudio también pone de relieve hasta qué punto la digitalización y las nuevas tecnologías siguen estando descuidadas por los responsables de esta industria, a pesar de la creciente amenaza de ciberataques y violaciones en la privacidad de datos. En el reciente Estudio de Cultura de Riesgos Cibernéticos de Willis Towers Watson, aproximadamente el 90 % de las reclamaciones digitales eran consecuencia de algún tipo de error o comportamiento humano.
“El sector no solo es vulnerable a la pérdida de datos, sino también en su actividad de diseño y ejecución de obra debido al aumento del uso de la tecnología”, ha asegurado Sánchez de Amoraga. “A medida que crece el uso de la tecnología, la concienciación y la capacitación sobre amenazas cibernéticas deben formar parte de cualquier estrategia de seguridad digital, centrándose en ayudar a los empleados a identificar, informar y mitigar un ataque de manera eficaz”.
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