Los millennials y la digitalización están transformando el lugar de trabajo tanto en aspectos pequeños, como en aspectos grandes, según tres directivas de los sectores de la tecnología y los medios de comunicación que hablaron recientemente en una sesión en el campus de Nueva York.
¿Cómo es la mentalidad millennial?
Si bien siempre es difícil generalizar acerca de toda una generación, las ponentes sí que concretaron un par de tendencias que han detectado entre los millennials en el ámbito laboral.
Los millennials quieren feedback constante, explicó Kelly Flynn, productora ejecutiva sénior del programa de la CNN “Heroes”, aunque tienden a ser muy sensibles a las críticas que reciben.
Además, según Flynn los miembros de la generación millennial parecen esperar un grado de seguridad poco realista en lo que respecta a su éxito profesional.
“A menudo muestran la ambición de tener que haber cumplido con un listado de logros antes de pasar al ‘siguiente nivel’”, precisó.
Por otro lado, lo que esta productora encuentra a faltar es el componente de la interacción humana: saber intuir cómo ser útil y convertirse en indispensable, algo que podría plantear algunas dificultades en un lugar de trabajo intergeneracional.
Una nueva cultura corporativa
Los millennials, según Aripita Chowdhuri, vicepresidenta de Marketing Global y Digital en Hewlett Packard Enterprises, también se caracterizan porque se preocupan más que las generaciones anteriores por el objetivo que se persigue con el trabajo que realizan.
“Los millennials quieren dedicarse a algo que tenga un sentido, lo cual es maravilloso”, indicó. Pero eso exigirá que los directivos y las empresas se adapten a esta nueva actitud.
Si quieren competir con las start-ups que están aflorando en Silicon Valley, las empresas tendrán que realizar esfuerzos más coordinados para definir con claridad sus misiones, y brindar a sus empleados el tiempo necesario para satisfacer sus pasiones.
“Me pregunto si hay algo en el entorno corporativo actual que, sencillamente, no encaja con esta generación”, planteó Flynn.
Las jerarquías y el decoro que caracterizan la cultura corporativa parecen, en algún sentido, incompatibles con la mentalidad millennial. En el futuro, las empresas tendrán que encontrar la forma de cambiar su actual estructura vertical.
La innovación exige adaptación
Los millennials, en su conjunto, no son el único elemento que está cambiando el lugar de trabajo. En un panorama mediático y tecnológico cada vez más orientado a lo digital, los profesionales de estas áreas deben estar preparados para impulsar el cambio y lidiar con las consecuencias. Según Chowdhuri, es imperativo que la estrategia de marketing de una empresa sea un reflejo de la realidad de sus clientes.
Hoy en día, eso significaría ir alejando el marketing de medios prácticamente obsoletos como la prensa escrita y la televisión y acercarse a las plataformas digitales.
No obstante, estas transiciones no están exentas de dificultades. Cambios de estas características afectan a todas las facetas de una empresa y frecuentemente también a la cultura empresarial de la misma.
“No se puede subestimar el valor de la cultura en cualquier tipo de transformación”, recordó Chowdhuri.
El factor más relevante a la hora de garantizar el éxito de estas transformaciones es el equipo. Tener una visión clara y una estrategia inteligible son condiciones sine qua non para obtener el éxito.
Respuestas a problemas reales
“La innovación solo es buena cuando realmente está solucionando un problema”, apuntó Sue Fennessy, fundadora de The8App.
La empresa de Fennessy permite que se remunere a usuarios –conocidos como “nano-influencers”– por patrocinar ciertas marcas en sus publicaciones en redes sociales, en un intento de corregir un desequilibrio en el espacio publicitario dominado por empresas como Facebook y Google.
Para Kelly Flynn, la innovación ha supuesto remunerar con dinero de la empresa a personas que realizan un trabajo social encomiable, y mantener su compromiso con las noticias de calidad. Obrar así, no obstante, exige un ejercicio de equilibrismo entre las audiencias, los ingresos y la reputación de la empresa.
De estas tres cosas, opina Flynn, necesitas al menos dos de ellas. Normalmente, las noticias de calidad no “venden”. Pero si vas a sacrificar las audiencias para ofrecer contenidos de prestigio, entonces tendrás que encontrar la forma de no perder la rentabilidad y pulir la reputación de tu medio de comunicación.
Aprovechar los datos para las personas
Las ponentes también expresaron su intención de utilizar el big data de una forma efectiva. A Flennessy le encanta devolver los datos a las manos de los individuos para que los utilicen de la forma que ellos crean conveniente.
El sueño de Flynn sería que empecemos a utilizar los datos no para vender productos a las personas, sino para entregarles información que sea significativa para sus vidas.
Chowdhuri, por su parte, va más allá y vislumbra un futuro en el que aprovechamos estos datos para conectar a las personas con experiencias compartidas sin frontera geográfica alguna.
Devolver los datos y ponerlos en las manos de las personas contribuirá a aprovechar el poder del big data para tener un impacto social en el futuro, aseguran las directivas.
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