20minutos acaba de presentar los resultados de la segunda oleada del estudio sociológico Ulises, elaborado para el diario por la empresa Myword, especializada en la investigación social y de mercado avanzada.
En uno de los bloques que conforman el estudio, denominado El Expositor, los datos reflejan que la sociedad española quiere un cambio en sus rutinas horarias: el 82,3% de los españoles querría entrar y salir del antes trabajo; fundamentalmente, los trabajadores a tiempo completo (86,1%). Además, casi tres de cada cuatro ciudadanos ve con buenos ojos la medida propuesta por la ministra de Empleo el pasado diciembre: que la jornada laboral, con carácter general, acabe a las 18 horas.
Del mismo bloque se extraen los datos sobre que el 67,5% de los encuestados estaría dispuesto a comer más rápido, en menos de una hora para salir antes y que un 55,5% apuesta por levantarse y acostarse más temprano, aunque un 40,1% es reticente a adelantar la hora de la comida para adaptarla a horarios europeos. Todo este cambio de mentalidad con respecto a los horarios se traduce también en que el 64% de los españoles atrasaría una hora el reloj para ajustarse al meridiano de Greenwich.
También habría disposición por cambiar los horarios televisivos: el 82,6% de los españoles está a favor de adelantar el ‘prime time’ nocturno para que evitar quedarse despierto hasta la madrugada. Especialmente los jóvenes entre 18 y 24 años. (87,5%).
España: una sociedad más optimista que en 2016
Según los datos del bloque del Índice de Ánimo Ciudadano, la sociedad española recupera algo de optimismo en los últimos tres meses: el optimismo en el estado de ánimo en la sociedad obtiene 42,05 puntos sobre 100 frente a los 38,99 puntos que obtuvo en la anterior oleada, en otoño.
Lo que más les satisface a los españoles, por orden, son los logros en el deporte de élite (obtiene 62,96 puntos), seguido de los sectores creativos y artísticos (50,44), la calidad del sistema sanitario (50,32) y el peso de las empresas españolas en la economía global (41,83). Al contrario, lo que menos orgullo produce a los ciudadanos españoles es la política (sólo 17,87 puntos), seguido de la calidad y oferta de empleo (22,56), la situación económica (27,76) y la calidad y acceso a la vivienda (30,09), según se desprende del Índice de Satisfacción con el País, que establece una clasificación de los elementos que producen más orgullo en los españoles cuando hablan de su nación.
Este aumento de optimismo coincide con la formación de gobierno, que ha acabado tras un largo periodo de un año de incertidumbre política. De hecho, la satisfacción de los españoles con la política también ha crecido entre la anterior oleada: en otoño obtenía 14,03 puntos sobre 100, mientras que en invierno ha ascendido hasta los 17,87 puntos. Sin embargo, pese a este avance, la situación política sigue estando a la cola entre los motivos de orgullo de los españoles hacia su país.
El Índice de Ánimo Ciudadano está compuesto por tres índices parciales (el Índice de Ánimo Personal, el de Ánimo Social y el de Satisfacción con el País). Este indicador global obtiene una puntuación de 47,7 sobre 100 –con lo que no alcanza el aprobado– y se mantiene estable respecto a la anterior oleada (en la que alcanzó 46,9 puntos). De las tres partes que lo componen, la más valorada es el Índice de Ánimo Personal (65 puntos), seguida de lejos por el Ánimo Social (39,7) y la Satisfacción con el País (38,2). Sobre estos datos, se llega a la conclusión de que los españoles están más satisfechos consigo mismos que con la sociedad y el país en el que viven.
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