Cuando se trabaja desde casa, puede resultar un gran desafío para nosotros asegurarnos de que los demás respeten el acuerdo de teletabajo establecido. De hecho, hay que prepararse para afrontar un ambiente hostil de críticas y comentarios infundados como que nos escaqueamos mientras el resto están en la oficina o que regularmente se nos excluya de las reuniones programadas.
Evidentemente, intentar cambiar la opinión que puedan llegar a tener de nosotros es un esfuerzo inútil que no nos compensará, sin embargo, si que se puede solicitar que cambien su comportamiento en aquello que nos afecte negativamente.
Tal es el caso de la exclusión de las reuniones programadas del equipo y que, evidentemente, nos afectará por la desinformación que nos produce, así como el hecho de que no se nos copie en los emails de grupo.
En definitiva, el teletrabajo no deja de ser uns forma de desarrollar nuestra actividad y debemos de estar presentes aunque transparentes.
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