La Organización internacional del Trabajo (OIT) ha afirmado que España será de los pocos países donde se reducirá significativamente el desempleo en 2017 por las características demográficas, según se desprende del Informe ‘Perspectivas sociales y del Empleo en el Mundo’.
Concretamente, el informe pone de relieve que desde 2008 hasta 2015, España ha incrementado el porcentaje de empleo parcial en más de cuatro puntos en comparación con el resto de la Unión Europea y ha logrado alcanzar el 15,7% del total del empleo español.
En lo que respecta al trabajo temporal, este continúa por encima del 20% en España, hasta seis puntos por encima de la media de los estados miembros.
A nivel mundial, la OIT considera que el rendimiento económico de 2016 y las perspectivas por debajo de la tendencia para 2017 harán que se genere una preocupación sobre la capacidad de la economía de crear una cantidad suficiente de empleo, de mejorar la calidad del empleo en el caso de quienes ya tienen un trabajo y garantizar que los beneficios del crecimiento sean compartidos de manera inclusiva.
En general, todos los países del mundo deberán afrontar el reto de reparar los daños provocados por la crisis y de crear oportunidades de empleo de calidad para los nuevos participantes en el mercado de trabajo.
La OIT prevé que los niveles y las tasas de desempleo mundial se mantengan elevados a corto plazo. De hecho, espera que la tasa de desempleo mundial se eleve en 2017 y pase del 5,7% de 2016 al 5,8%.
Sin embargo, de cara a 2018 considera que la tasa de desempleo mundial se mantendrá «relativamente estable» y el ritmo de crecimiento de la mano de obra rebasará la creación de empleo.
Según la OIT, el incremento de los niveles y las tasas de desempleo en todo el mundo para este año tendrán lugar por el deterioro de las condiciones del mercado de trabajo en los países emergentes. Concretamente, cree que los efectos de varias recesiones profundas que tuvieron lugar en 2016 seguirán afectando a los mercados de trabajo en 2017.
Además, la organización cree que la proporción de trabajadores con empleos vulnerables, que suelen padecer elevados niveles de precariedad, no registrará más que mejoras marginales en los próximos años y que la tasa de este empleo disminuya menos de 0,2 puntos porcentuales durante 2017 y 2018. Así, espera que la tasa de empleo vulnerable ascienda a poco más del 42% del empleo total de 2017, hasta alcanzar las 1.400 millones de personas en todo el mundo.
El informe también destaca que ha habido una reducción del ritmo de contratación de trabajadores pobres y que las diferencias de género en las oportunidades del mercado de trabajo causan preocupación. De hecho, el riesgo de malestar social o descontento ha aumentado en casi todas las regiones.
El estancamiento temporal, producido por el crecimiento de la productividad y la desigualdad de ingresos creciente, se intensificará en los próximos dos años, ya que hasta un millón más de personas podrían entrar en situación de desempleo en todo el mundo.
Por ello, cree que es «necesario» que se implanten políticas que busquen resolver las causas del estancamiento temporal y considera que las limitaciones estructurales al crecimiento deberían incluirse en las políticas macroeconómicas de los países y se conviertan en una prioridad.
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