Las cestas de Navidad que regalan como tradición atávica las empresas a sus trabajadores llevan camino de convertirse en un auténtico macroindicador económico de la situación del mercado laboral en nuestro país. Si durante la pasada campaña navideña el sector se convirtió en un barómetro del empleo tras crecer más de un 8% la venta de cestas de Navidad fruto del crecimiento del empleo, para la vigente campaña se prevé que sea un espejo sobre el que se refleje el descenso del paro.
Y es que mientras la tasa interanual de paro ha caído un 9,85% entre octubre de 2015 y 2016, el sector de las cestas y lotes navideños se ha visto reflejado en esto con unas previsiones de crecimiento sectorial de entre el 4% y el 9% para la campaña de estas Navidades.
Esta tendencia de ir de la mano de ambos sectores es casi una tónica desde el inicio de la crisis, ya que durante los años de mayor depresión económica -entre 2008 y 2013- ha habido un descenso progresivo en las ventas de cestas de Navidad, al que siguió una frenada en 2014 para llegar con un crecimiento importante en 2015 y más moderado en 2016. Una trayectoria que ha vivido en paralelo el mercado laboral español.
Vuelta a niveles precrisis
Desde este sector de actualidad por estas fechas apuntan a que durante las próximas Navidades volverán a niveles precrisis por primera vez desde 2008. “El sector de las cestas de Navidad se va a situar por primera vez en niveles precrisis y esto no es sólo porque hay más gente trabajando sino también porque las empresas funcionan mejor”, puntualiza Antonio Gea, gerente de la empresa valenciana Sadival.
Pese a que las previsiones del sector son de un optimismo moderado en el que otras empresas del sector prevén crecer un 10% este año, otras como en el caso Sadival auguran un “récord histórico” merced a un incremento de ventas de entre el 20 y el 30% para la campaña de 2016 fruto del crecimiento de la fuerza de ventas, colaboradores y de la apuesta cada vez más firme por el canal digital.
Cestas de más calidad que el empleo
En donde no existe equivalencia sino más bien todo lo contrario es entre el tipo de pedidos que se realizarán y la calidad del empleo que se oferta. Así pues, pese al incremento de los contratos temporales durante el último año, las empresas regalarán cestas a sus empleados con mayor cantidad de productos y sobre todo de mayor calidad, según apuntan las mismas fuentes.
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