La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha advertido este lunes de que se están generalizando en los mercados laborales de todo el mundo las formas atípicas de empleo, es decir, el empleo temporal, el trabajo a tiempo parcial, el trabajo temporal a través de agencia, la subcontratación, el trabajo por cuenta propia dependiente y las relaciones de trabajo ambiguas.
A pesar de que facilitan el acceso al mercado laboral y ofrecen cierta flexibilidad a trabajadores y empresarios, este tipo de empleos, especialmente cuando no son voluntarios, están peor retribuidos; implican menos derechos o incluso exclusión de la cobertura de Seguridad Social, del derecho a la libertad sindical y del derecho a la negociación colectiva; mayor inseguridad laboral, y menores probabibilidades de recibir formación, según el informe ‘El empleo atípico en el mundo: retos y perspectivas» elaborado por la OIT.
En este sentido, la organización alerta de que en los países donde el empleo atípico está muy extendido, los trabajadores corren el riesgo de pasar de este tipo de empleo al desempleo. Además, denuncia que los trabajadores temporales pueden estar sujetos a desventajas salariales de hasta el 30% en comparación con los trabajadores permanentes que realizan trabajos similares.
En algunos casos, argumenta, hay evidencias de que los trabajadores con empleos atípicos tienen dificultades para ejercer sus derechos fundamentales en el trabajo o a tener acceso a las prestaciones de Seguridad Social y a la formación profesional. Al mismo tiempo, las tasas de accidentes laborales son más altas entre los trabajadores con empleos atípicos.
«Los beneficios a corto plazo, en términos de ganancias y flexibilidad, producto del uso de estas modalidades de empleo pueden ser contrarrestados por la pérdida de la productividad a largo plazo. Existen evidencias que las empresas que hacen un mayor uso de las formas atípicas de empleo tienden a invertir poco en la formación, tanto para los trabajadores temporales como para los permanentes, así como en tecnologías e innovación, que permiten aumentar la productividad», ha explicado Philippe Marcadent, jefe del servicio que ha realizado el informe.
Asimismo, el informe de la OIT constata que los trabajadores temporales y los que realizan trabajos para proyectos concretos (empleos a pedido) tienen mayores dificultades para acceder al crédito y a la vivienda.
La organización subraya que el crecimiento del empleo atípico en el mundo es el resultado de «múltiples fuerzas»: la globalización, la mayor presencia de la mujer en el trabajo y las leyes, que en algunos casos han fomentado deliberada o involuntariamente el empleo atípico y en otros han dejado vacíos normativos que han favorecido su aparición.
ESPAÑA, LÍDER EN EMPLEO TEMPORAL
El informe identifica las principales tendencias en las modalidades atípicas de empleo. Una de ellas es el empleo temporal. Aunque la más de la mitad de las empresas en 150 países analizados declara no utilizar mano de obra temporal (incluida la gestionada a través de agencias), un pequeño subgrupo de empresas, el 7,2%, recurre de «manera intensiva» a trabajadores temporales, es decir, que el 50% o más de los trabajadores de su plantilla son temporales.
En media, la temporalidad alcanza en estos 150 países una tasa del 11%, pero este porcentaje varía mucho por países, con menos del 5% en Jordania, Letonia, Noruega y Sierra Leona y más del 25% en España, Mongolia y Perú.
En los países industrializados, la diversificación del trabajo a tiempo parcial en «muy pocas horas» o «trabajos a pedido», incluyendo los contratos de «cero horas» (sin un mínimo de horas garantizadas), presenta paralelismos con el trabajo ocasional que caracteriza a los países en desarrollo. Además, según la OIT, en los países asiáticos han aumentado diversas formas de trabajo subcontratado, externalizado o en régimen de sesión temporal.
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