En el primer caso, hay que reconocer que disponemos de mayor información para lograr nuestro objetivo. Es obvio, que trabajando en la empresa, sabemos si es viable intentar negociar el sueldo y, el entorno corporativo nos aporta muchos datos para motivarnos a intentarlo. Ello no quiere decir que vayamos a conseguir el aumento, e incluso en el caso de que veamos difícil lograr nuestro objetivo, será fácil desmotivarse y dejarlo pasar e incluso valorar la búsqueda de una nueva oportunidad laboral en otra empresa.
Además, son muchas las situaciones que puede tener un trabajador que en su día ya aceptó un sueldo por su puesto en la empresa. Por ejemplo, no será lo mismo un trabajador que aceptó un sueldo bajo y quiere pedir su aumento realizando la misma función laboral que el resto de compañeros de su misma posición, que un empleado que acordó un sueldo en su día pero que asume nuevas responsabilidades dentro de la empresa y quiere ser recompensado por ello. Como decimos, hay muchos casos posibles y algunas líneas interesantes a seguir para negociar tu sueldo con éxito.
En primer lugar, siempre que entres a trabajar en una empresa nueva, intenta dejar la puerta abierta a futuras negociaciones de sueldo. Coméntalo con la persona de selección que te entreviste, sobretodo si aceptas un sueldo bajo por tu inicial inexperiencia en el puesto. Pretendes crecer a corto plazo y por lo tanto en unos meses querrás solicitar una remuneración igual a la de compañeros de tu misma categoría laboral. Intenta fijar una fecha para la revisión del sueldo con recursos humanos, tu jefe o cualquier persona responsable de tu contratación. Tendrás medio camino hecho cuando sea el momento de negociar la revisión del salario, porque lo más difícil para la gran mayoría de personas es dar el paso y atreverse a pedir un aumento.
En segundo lugar, investiga tu entorno empresarial e intenta realizar un análisis de los datos que extraigas. Puede parecer obvio, pero tu objetivo de lograr obtener un sueldo que te satisfaga personal y profesionalmente, puede traerte problemas más allá de lo que imaginas. Las enemistades, rechazos o encontronazos con compañeros de trabajo pueden surgir en estos casos. Y no hablemos de tu jefe, que seguramente esté convencido de que estás cobrando exactamente el sueldo acorde con tu puesto. Olvídate de todo eso y sigue tu camino, porque te has fijado una meta y quieres lograrla en un plazo concreto. Sé sincero contigo mismo, analiza profundamente la situación y valora los pros y los contras de pedir un aumento de sueldo. Vence tus miedos y prepara una estrategia con unos objetivos marcados, como adquirir una mayor formación, asumir más responsabilidades, mejorar tu relación con los compañeros y tus superiores, etc. No te rindas, porque tu meta supone una recompensa más allá de lo económico, una satisfacción personal.
Si has analizado la situación y has trabajado duro para lograr tu objetivo salarial, todo se reducirá a la solicitud de la revisión del sueldo y al momento concreto de la negociación. En este puesto, las claves para negociar tu sueldo con éxito son la seguridad en uno mismo y en su trabajo dentro de la empresa, no tengas vergüenza en hablar de dinero y elige el momento adecuado de la reunión para ceder. Si tensas demasiado la cuerda puede romperse, así que no fuerces la situación. Si ves que el aumento no es posible, acepta la situación y sopesa la opción de mirar más allá de tu empresa y emprender nuevos caminos profesionales. Por último, no te olvides de que puede haber extras como seguros de vida, seguros médicos, dietas y demás beneficios que puedes solicitar a tu empresa y que posiblemente sean mejor recibidos que una subida directa de sueldo.
En el segundo de los casos que hablábamos, de las primeras negociaciones de sueldo en una primera entrevista de trabajo, os dejamos una infografía que seguro que os será de utilidad.
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