La movilidad geográfica favorece la reducción del desempleo
La movilidad geográfica es una de las herramientas que existen en el mercado laboral, para ajustar la oferta con la demanda de trabajo, ya que permite cubrir las vacantes de empleo que surgen en otras ciudades, provincias, comunidades o países y, a la vez, ayuda a reducir el desempleo en otras zonas en las que hay escasez de oferta o desajuste entre las ofertas y los perfiles de los trabajadores locales.
Como podemos extraer del informe, existe una correlación directa entre la movilidad geográfica y la tasa de paro: donde la movilidad es más alta, el número de desempleados es más bajo y a la inversa.
La movilidad aumenta en los ciclos expansivos de la economía
La reactivación de la economía y del empleo, hace que aumente el atractivo de aquellas zonas en las que se crea empleo, para los desempleados residentes en otras localizaciones geográficas más deprimidas.
Coincidiendo con la afirmación anterior, los datos muestran cómo la tasa de movilidad geográfica por motivos laborales, ha aumentado desde el 2,3% en el que se situaba en 2013, hasta el 2,6% en 2015 (último registro disponible). Esto nos induce a pensar que en la medida en que la fase de recuperación se dilate en el tiempo (algo que prevemos que sucederá), el aumento de la movilidad geográfica y la reducción del desempleo, continuarán.
La temporalidad impulsa la movilidad geográfica
La celebración de contratos temporales alienta la movilidad geográfica. El ratio de movilidad de los trabajadores temporales duplica el de los que tienen un contrato indefinido (4,4% frente al 2,2% en 2015). La explicación de este hecho radica en que los primeros tienen la certeza de que la estancia fuera de su hogar está delimitada en el tiempo, y por tanto el miedo de dejar su casa, familia, amigos, etc. es más reducido. Respecto a la evolución en el tiempo, la tasa de movilidad de los trabajadores temporales ha aumentado en siete décimas desde 2013, mientras que la de los indefinidos está estancada en el entorno del 2%.
La edad, la nacionalidad y la formación, factores clave
La movilidad es mayor entre los jóvenes y los extranjeros, entre otras cosas, porque tienen menor apego al territorio y porque su prioridad es incorporarse de manera inmediata al mercado de trabajo.
En 2015, cerca de un 5% de los menores de 25 años había cambiado de municipio de residencia por motivos laborales en el último año, mientras que entre los mayores de 45, lo había hecho un escaso 1%.
Si nos fijamos en la nacionalidad de los trabajadores, la diferencia es aún más escandalosa: sólo el 2% de los españoles había cambiado de residencia por motivos laborales en 2015, frente al 8% de la población extranjera que cambió de localidad.
Por otro lado, detectamos que la movilidad es mayor entre los ocupados que tienen estudios universitarios, que en los que sólo han cursado educación primaria (2,7% y 2,4% respectivamente). Esto ocurre, probablemente porque el perfil profesional y el nivel de especialización de los que cuentan con estudios superiores, no encaje con las ofertas de empleo que surgen en su lugar habitual de residencia. En este sentido, la movilidad puede traducirse en un ascenso profesional o en el acceso a un mejor puesto.
Las regiones con mayor movilidad son Madrid, Cataluña, las Islas Canarias, Cantabria y La Rioja.
Las Comunidades Autónomas que más han aumentado la tasa de movilidad geográfica por motivos laborales, son también aquellas que han recibido un mayor número de ocupados provenientes de otras áreas geográficas distintas.
El 60% de los ocupados que ha comenzado a vivir en las Islas Baleares y en la Región de Murcia en el último año, procedían de otras CCAA o países.
Las Islas Canarias y Asturias, son las CCAA que más trabajadores han recibido, procedentes de otros países (más de un 20% de los residentes registrados en el último año).
Si analizamos el flujo de trabajadores entrantes y salientes en cada CCAA, vemos que las tasas más altas de movilidad, se encuentran en Madrid, Cataluña, Islas Canarias, Cantabria y La Rioja. Destacan en el mapa debido a su capacidad de generar actividad y empleo.
Entonces, ¿qué perfil se corresponde con el trabajador más dispuesto a la movilidad geográfica?
La movilidad es mayor entre los jóvenes, los extranjeros y los que tienen un nivel educativo alto. Hablamos de hombres o mujeres cuya residencia habitual es Madrid, Cataluña, las Islas Canarias, Cantabria o La Rioja y que tienen un contrato de trabajo temporal
Conclusiones de ASEMPLEO
En un país como España, que tiene una de las tasas de paro más elevadas de la Unión Europea, se presta necesario generar incentivos que impulsen la movilidad geográfica necesaria para ajustar la demanda de trabajo, con las ofertas que se generan a lo largo y ancho del territorio. La evidencia empírica demuestra que la temporalidad favorece la movilidad y las empresas de trabajo temporal podemos ayudar a reducir el problema del desempleo, especialmente entre los jóvenes y los parados de larga duración, que son precisamente dos de los colectivos que soportan mayores tasas de paro y por tanto, los que pueden encontrar en la movilidad geográfica, la única vía de acceso a la ocupación.
Según Andreu Cruañas, presidente de ASEMPLEO: “En este momento del ciclo económico, el debate parece centrarse en la “calidad” del empleo. Asistimos a una confusión, en ocasiones deliberada, que mezcla temporalidad, parcialidad y precariedad y que equipara, de forma podo rigurosa los tres conceptos. En el caso de la contratación temporal, obviamente, existen casos que están fuera de la Ley, como en otros tipos de contrato. Se trata de una temporalidad que no es tal. Pero también hay que tener en cuenta que España tiene, por su estructura económica, una estacionalidad y una volatilidad de entre el 17 y el 18 por ciento. Es cierto que la temporalidad no debe impedir, sino favorecer, la estabilidad en el empleo, la adquisición de experiencia y la mejora profesional; como también es cierto que el contrato indefinido, que ya no es garantía de un empleo de por vida, tampoco debe convertirse en una jaula que impida progresar y obtener un empleo mejor allí donde se encuentre y que el futuro nos pide que salgamos a su encuentro”.
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