La evolución del mercado laboral es la que marca la tendencia del inmobiliario y determina si aumenta o desciende la venta de casas, aunque el precio de la vivienda y el acceso a financiación bancaria también son factores determinantes en la decisión de compra.
El portal inmobiliario Idealista, cruzando los datos de empleo publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con los de compraventa de viviendas del Ministerio de Fomento, ha observado que la evolución de ambos indicadores es inversamente proporcional, ya que a medida que desciende el paro aumenta el número de operaciones inmobiliarias cerradas, y viceversa.
«El factor determinante para el despegue de las ventas de viviendas en España no está siendo ni la apertura del crédito ni los ajustes de precios, sino la creación y la perspectiva del empleo a medio plazo», ha afirmado el jefe de estudios de Idealista, Fernando Encinar.
Es el empleo y no tanto los precios
Según ha indicado el portal en un comunicado, el peor momento vivido en el mercado inmobiliario (el primer trimestre de 2013, cuando se cerraron 54.835 transacciones) coincidió con el momento en el que el paro en España alcanzó la tasa del 26,94%, la mayor registrada en España desde que existen registros fiables.
Del mismo modo, los mejores momentos en la historia reciente del mercado inmobiliario patrio (entre el segundo trimestre de 2006 y el tercero de 2007, cuando se vendieron casi 1,4 millones de viviendas) coincidieron con una etapa de prosperidad económica en la que la tasa de paro estuvo por debajo del 8,5%.
Para Encinar, la evolución en los precios «no tiene una correlación directa con la curva de las compraventas, que sí coincide en todos los mercados con la evolución de la tasa de paro», mientras que empleo y compraventa tienen una relación «directa: en cuanto mejora el empleo el cierre de operaciones se incrementa».
De hecho, el jefe de estudios de Idealista asegura que la normalización de los precios se está llevando a cabo «a varias velocidades: mientras algunos mercados parecen haber encontrado su suelo y comenzar su ascenso, en otros los ajustes continúan».
El 26J no cambiará el mercado
Según ha apuntado el portal inmobiliario, lo más probable es que, con independencia de lo que suceda en las próximas elecciones generales, la inercia positiva se mantenga unos meses, ya que se ha demostrado que la falta de Gobierno no ha afectado de manera negativa a la economía ni al empleo.
Encinar estima que «los problemas podrían llegar en el último trimestre del año» y considera que el verano será «muy positivo» para la reducción del desempleo, «pase lo que pase en las elecciones», pero apunta tres posibles escenarios a partir del día siguiente a los comicios.
Según el portavoz de Idealista, podría ocurrir que se mantuviera seis meses más la ausencia de gobierno, que se creara un gobierno «con ideas, miembros y políticas conocidas en Europa y por los inversores internacionales» o que el ejecutivo que saliera de las urnas fuera uno «con miembros desconocidos por Europa, con ideas disruptivas y agresivas a los ojos de los inversores y políticas que podrían aumentar el déficit».
En el primer caso, el jefe de Estudios de Idealista mantendría su previsión de crecimiento en el 3%, pero ha advertido de que en el último supuesto se produciría «una posible fuga de capitales e inversores y, como consecuencia, un empeoramiento en el mercado laboral e inmobiliario».
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