CEOE prevé que el envejecimiento de la población española y la consiguiente reducción de la población activa contribuya a reducir la tasa de paro por debajo del 18% ya en 2017 y, con un escenario de crecimiento económico medio del 1,5%, se sitúe en torno al 7,5% en el año 2025.
Estas son las conclusiones del informe elaborado por CEOE sobre ‘El envejecimiento de la población y sus efectos en el mercado laboral’, presentado por el director del departamento de Asuntos Económicos y Europeos de CEOE, Bernardo Aguilera, y la responsable de su Servicio de Estudios, Edita Pereira, en una jornada organizada en colaboración con la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE).
Aguilera ha explicado que las proyecciones del INE apuntan a que continuará el descenso de la población y el proceso de envejecimiento de la misma, lo que condicionará la evolución futura de la población activa y de las variables del mercado laboral. Estos factores, unidos a la prevista consolidación de la recuperación de la economía para los próximos años y su consiguiente creación de empleo, favorecerán una notable reducción de las cifras de desempleo.
En un escenario a corto plazo, Pereira ha señalado que conforme a las cifras del INE de descenso poblacional y su efecto en la población activa, unido a la creación de unos 850.000 empleos entre 2016 y 2017, se estima que la tasa de paro podría situarse por debajo del 18% al final de 2017. En concreto, la tasa de paro podría situarse en el 18,1% en media anual en 2017 y estaría por debajo de ese umbral en la última parte del ejercicio.
Por su parte, en los escenarios a largo plazo, hasta el año 2025, CEOE baraja un crecimiento medio del empleo y de la economía del 1,5% anual acompañado de un descenso de la población de 620.000 personas, de forma que la tasa de paro podría situarse por debajo de los niveles previos a la crisis, en torno al 7,5%, aunque Pereira ha matizado que estas estimaciones deben tomarse con «mucha mayor cautela».
MENOS POBLACIÓN Y MÁS ENVEJECIDA
El análisis de la evolución de la población en España revela que su crecimiento fue intenso entre 2002 y 2008, favorecido por la llegada de inmigrantes debido a la buena situación económica, pero el crecimiento es más moderado con el inicio de la crisis y se constata ya un «leve» descenso de la población desde 2013.
Pereira ha señalado que tan relevante o más que el descenso de la población es el envejecimiento que se está produciendo en la misma, ya que disminuye entre los 15 y los 35 (en torno a 2,2 millones), crece en 4,9 millones entre 35 y 64 años de edad, y repunta en 1,6 millones la población con 65 o más años.
De hecho, ha detallado que si en 2002 por cada 100 personas en edades comprendidas entre los 16 y los 64 años había 25 personas con más de 65 años, en 2015 el ratio se eleva a 28 y hacia adelante se incrementará más, hasta 35 personas, y en 2050 ese ratio podría ser de 74 personas. «La tendencia de envejecimiento de la población española es bastante acusada», ha advertido.
Además, el envejecimiento de la población se traduce en un «notable» envejecimiento de la población activa. En 2002 la población de 16 a 24 años era casi la misma que la población de 45 a 54 años. En 2015 ya hay más de 3,1 millones de personas más en el segundo grupo. No obstante, la progresiva incorporación de la mujer al mercado laboral ha favorecido el aumento de la tasa de actividad entre la población de 16 y 64 años.
RIESGO PARA LAS PENSIONES Y CAMBIOS EN LOS HÁBITOS DE CONSUMO
España será en 2015 el segundo país del mundo con la ratio de envejecimiento (población de 65 o más años por cada 100 personas entre 15 y 64 años) más elevada, al registrar 69,5 personas de 65 o más años por cada 100 personas entre 15 y 74 años, tan solo por detrás de Japón (cuya ratio será 70,9) y muy por encima de la media de las economías avanzadas (45,8).
Este incremento del envejecimiento poblacional en España también afectará al ratio de dependencia, de forma que para 2064 CEOE prevé que haya solo cuatro ocupados por tres personas dependientes en 2064, lo que, según Aguilera, requerirá «indudablemente» una revisión de las partidas de Sanidad y Servicios Sociales, que «tendrán que aumentar», mientras que considera que debería bajar la de educación, «sobre todo en los tramos de menor edad».
Asimismo, desde CEOE han vuelto a advertir del perjuicio del envejecimiento poblacional y de la reducción de la población activa para la sostenibilidad futura del sistema de pensiones. Con este informe, Aguilera ha dicho esperar que de cara a la reforma del Pacto de Toledo «las distintas partes tendrán que poner encima de la mesa las soluciones y llegar al consenso».
«Algo hay que hacer si desciende la población y envejece», ha remarcado.
También ha indicado que esta evolución de las variables de envejecimiento pueden afectar a los hábitos de consumo futuro, ya que la población joven puede plantearse en mayor medida comprar bienes de consumo duradero que las personas de edades avanzadas.
Así, Aguilera cree que puede tener un impacto en financiación y que las personas pueden destinar mayor dinero al ahorro al prever el envejecimiento y menos a otras cuestiones, como «irse de viaje alrededor del mundo».
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