La Federación de Organizaciones de Profesionales, Autónomos y Emprendedores (OPA), tomando como base datos del Ministerio de Empleo fechados en diciembre de 2015, señala que, en España, de cada diez autónomos personas físicas, siete superan los 40 años, y solamente tres se ubican en la franja de edad que va entre los 16 y los 39 años.
En una nota, la organización indica que el porcentaje de autónomos mayores de 40 años ha subido un 4,2% en los diez últimos años, pasando de 66,2% en 2006 a 70,4% en 2015. Advierte de que el perfil de los autónomos «tiende a un envejecimiento en el que no está garantizado un relevo generacional», de forma que, mientras el porcentaje de autónomos mayores de 39 años ha aumentado un 4,2% durante los diez últimos años, el de los jóvenes profesionales por cuenta propia de 16 a 39 años ha descendido un 4,5% en la última década.
Por comunidades autónomos, aquellas con mayor porcentaje de autónomos jóvenes son Melilla (39,8%), Andalucía (33,7%), Murcia (32,7%), Extremadura (32,1%), Comunidad Valenciana (31,6 %), Comunidad de Madrid (31%), Canarias (30,3%), Baleares (30,2%) y Castilla-La Mancha (30%).
Por el contrario, Ceuta (14,9%), Castilla y León (22,8%), Navarra (24,4%), La Rioja (25,3%), País Vasco (25,5%), Aragón (25,6%), Cantabria (26,1%), Galicia (26,2%), Asturias (27,1%), y Cataluña (29,3%) son las comunidades con menor porcentaje de autónomos jóvenes.
LOS JÓVENES AUTÓNOMOS, MAYORITARIOS EN SERVICIOS Y CONSTRUCCIÓN
En términos globales, la mayor parte de jóvenes autónomos se dedican al sector servicios y al de la construcción. En el extremo contrario se encuentran los sectores agrícola e industrial. Tres de cada diez autónomos dedicados al sector servicios y al de la construcción son jóvenes entre 25 y 39 años, lo que convierte a estos sectores en las primeras áreas con presencia de jóvenes autónomos. Por al contrario, dentro del sector agrícola, de cada diez autónomos registrados, ocho tienen más de 39 años.
OPA resalta que la crisis «ha hecho especial mella en el sector autónomo», si bien insiste en la oportunidad del trabajo autónomo y del emprendimiento como salida laboral de futuro en esta situación, siempre y cuando no se convierta en una «vía de escape desesperada» ante la crisis económica», pues «el autoempleo y el emprendimiento debe contar con un proyecto de viabilidad, un plan de empresa y un estudio en profundidad acerca de las posibilidades de éxito que va a tener el negocio».
En este sentido, solicita a las administraciones medidas de apoyo que impulsen y fortalezcan el sector autónomo, así como respaldo para los jóvenes que quieren iniciar su negocio.
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