España perdió más de 410.000 autónomos entre 2008 y 2014, coincidiendo con los años de la crisis, según un informe de Randstad en el que se analiza el trabajo por cuenta propia.
El mercado laboral español cuenta actualmente con casi tres millones de trabajadores autónomos, cifra que se situaba en 3.382.000 en los primeros meses de 2008.
A pesar de este descenso, Randstad destaca que España ha elevado en más de medio punto la incidencia del autoempleo respecto a 2008, desde el 16,4% al 17%, debido a que el número de empleados por cuenta ajena ha descendido en mayor medida que el de autónomos.
«El autoempleo ha supuesto un refugio en el mercado de trabajo, una modalidad laboral que ha permitido a los profesionales seguir desarrollando su actividad sin tener en cuenta a un empleador directo», destaca Randstad en su informe.
En Europa, sólo Italia registró entre 2008 y 2014 una caída mayor de autónomos que España, con un descenso de casi medio millón de profesionales. Por detrás de España se sitúa Portugal, con 352.000 autónomos menos. A pesar de estos descensos, Italia, España y Portugal son los países con mayor tasa de autoempleo en Europa.
En el lado de los ascensos, destaca el caso de Reino Unido, donde el trabajo por cuenta propia ocupa ahora a más de 647.000 profesionales que en 2008. Francia, por su parte, ha registrado un incremento por encima de los 300.000 autónomos en este periodo, mientras que en Alemania han aumentado en torno a 100.000 profesionales.
El informe de Randstad también refleja que cuanto más alto es el nivel de paro en un país, mayor es la tasa de profesionales que trabajan por cuenta propia.
Grecia y España son los países de la Unión Europea que registran las tasas de desempleo más elevadas y se encuentran entre los países con niveles de autoempleo más altos. Esta relación también se cumple en países que han pasado un difícil periodo en sus mercados laborales, como Portugal, Italia o Irlanda, subraya Randstad.
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