La economía española acumula ya ocho trimestres consecutivos de recuperación. Ésta se está traduciendo en un incremento en el número de ocupados, es decir, en el número de personas que tienen empleo.
Es por ello que Adecco, líder internacional en la gestión de Recursos Humanos, en colaboración con los investigadores de Barceló y Asociados, ha elaborado el III Monitor Anual Adecco de Ocupación: un detallado análisis de la evolución del empleo por ocupación en España.
Un estudio que se enmarca dentro del Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, que semestralmente analiza el grado de satisfacción en el empleo de un ocupado medio en cada una de las autonomías españolas.
El propósito de este Monitor de Ocupación es analizar los puestos de trabajo que ya están siendo creados, desde diferentes ángulos sociodemográficos y económicos como pueden ser desde el sexo y grupo edad de los nuevos ocupados (si el empleo que se está creando es para hombres o mujeres y en qué franjas de edad) a los sectores económicos que más empleo están generando. En esta primera entrega se analiza el perfil socioeconómico de los nuevos ocupados en España.
Ocupación y sector económico
Si clasificamos el empleo en 11 ramas de actividad (Agricultura, Agua y Energía, Manufacturas, Construcción y siete ramas de Servicios), se ve que tres de ellas concentran casi 2 de cada 3 empleos en España. Se trata de Comercio y Hostelería (30,1% del empleo total), Administraciones Públicas y servicios sociales (21,7%) y Manufacturas (12,5%).
Estas mismas tres ramas de actividad son las que más empleos proveen en 11 comunidades autónomas, aunque no en todas ellas con la misma importancia relativa.
Canarias y Baleares se diferencian del resto por la mayor importancia de la rama de Comercio y Hostelería que da cuenta, respectivamente, del 45,7% y el 43,4% de todos los puestos de trabajo. Al mismo tiempo, son las regiones donde el empleo de las Manufacturas tiene un peso más bajo (5,6% en Baleares y el 3,4% en Canarias).
La situación inversa está representada por Navarra y La Rioja, que son las autonomías donde el empleo de las Manufacturas alcanza su mayor importancia relativa (22,9% y 25,1%, respectivamente) y el del Comercio y Hostelería la menor (23,4% en la Comunidad Foral y 22,6% en la autonomía riojana).
Las Actividades profesionales alcanzan un mayor desarrollo en la Comunidad de Madrid y en Cataluña, con un 14,4% y un 11,3% del empleo total, respectivamente. Por su parte, Extremadura (29,9%) y Castilla-La Mancha (25%) son las regiones en las que el empleo de Administraciones Públicas y servicios sociales ocupa un espacio mayor.
Y tanto la Región de Murcia (11,8%) como Extremadura (10,9%) son los únicos casos en los que el empleo de la Agricultura, Ganadería y Pesca supera el 10% del total.
A nivel nacional, con excepción de la de Servicios culturales, todas las ramas de actividad han incrementado su ocupación a lo largo de los últimos doce meses: Agua y energía (+9,8% interanual) y Agricultura (+6,5%) han exhibido las variaciones más amplias. Sin embargo, el mayor número de nuevos contratos ha correspondido a Comercio y Hostelería (153.000; +2,9%) y Administraciones Públicas y servicios sociales (96.200; +2,5%) y Manufacturas (68.300; +3,1%).
En todas las ramas de actividad ha habido comunidades autónomas en las que el empleo ha crecido y otras en las que se ha reducido. El empleo en Administraciones Públicas y servicios sociales ha aumentado en 14 regiones (todas menos Baleares, Madrid y Murcia) y el de Comercio y Hostelería ha hecho lo propio en 13 (en todas excepto Aragón, Asturias, Extremadura y el País Vasco).
Pese al aumento de su empleo en el conjunto nacional, la ocupación en las Actividades inmobiliarias ha disminuido en 10 autonomías, en tanto que la de Informática y comunicaciones ha caído en 9 de ellas.
Andalucía es la única comunidad donde ha crecido el empleo en las 11 ramas de actividad. También ha tenido un origen relativamente diverso el aumento del empleo en Canarias y la Comunidad Valenciana, con 9 ramas de actividad que presentan incrementos (en ambos casos, todas las ramas menos Información y comunicaciones y Servicios culturales).
En la Región de Murcia, aunque el empleo total haya aumentado, apenas ha crecido la ocupación en tres ramas (Información y comunicaciones, Actividades profesionales y Comercio y Hostelería).
Comparativa 2008-2015
Comparando el número de ocupados de este último trimestre en cada rama de actividad con el del mismo de 2008, se advierte que sólo AA.PP. y servicios sociales así como Agua y energía muestran un incremento del empleo (+4,6% y +4,3%, respectivamente).
Las ramas que sufren la mayor contracción de la ocupación en los últimos siete años son la Construcción (-55,2%) y las Manufacturas (-24,3%). Las Actividades profesionales tienen un nivel de ocupación similar (descenso de solo un 2,2%).
La diferente evolución en el empleo ha significado un cambio en la composición de la ocupación por ramas de actividad. En esencia, la Construcción y las Manufacturas han perdido una participación (5,8 y 2 puntos porcentuales, respectivamente) que ha sido tomada por AA.PP. y servicios sociales, Comercio y Hostelería y Actividades profesionales (que ganaron 3,5 p.p., 2,1 p.p. y 1 p.p., respectivamente).
Aunque más moderado, también han aumentado su peso en el empleo entre 2008 y 2015 las ramas de Servicios culturales (0,6 p.p.), Agua y energía e Información y comunicaciones (0,2 en ambos casos). Tanto Finanzas y seguros como Actividades inmobiliarias mantienen ahora la misma participación que hace siete años.
El empleo según la situación profesional
Si separamos los empleos en dos grandes categorías, Asalariados y No asalariados, se observa que la práctica totalidad de los puestos de trabajo creados en los últimos doce meses corresponden a la primera. En efecto, el número de asalariados ha tenido en el tercer trimestre un incremento interanual de 535.800 (+3,7%), al mismo tiempo que el de no asalariados ha aumentado sólo en 9.000 (+0,3%).
Sin embargo, dentro de cada categoría hay diferencias. Por ejemplo, entre los no asalariados solo ha aumentado el número de autónomos (no tienen personal a cargo), con un alza interanual de 43.300 personas (+2,1%). Al mismo tiempo, se ha reducido el número de empleadores (19.800 personas; -2,2%) y el de Otros (donde se incluyen principalmente miembros de cooperativas y personas que ayudan en el negocio familiar sin remuneración; que ha perdido 14.500 personas, equivalente a un descenso del 10%).
Entre los asalariados, 9 de cada 10 nuevos puestos de trabajo se han originado en el sector privado, que ha aumentado la contratación en 474.900 personas, el mayor incremento interanual en ocho años (+4,1%). En el sector público el número de asalariados se ha expandido en 60.800 personas (+2,1%), que es el aumento más amplio desde junio de 2011.
Desde el punto de vista de la situación profesional, los 18 millones de ocupados que existen en nuestro país se corresponden con 14,9 millones de asalariados y 3,1 millones de no asalariados. A su vez, los trabajadores por cuenta ajena se dividen en 11,9 millones de asalariados en el sector privado y 3 millones en el sector público. Por su parte, los no asalariados pueden desagregarse en 2,1 millones de autónomos, 885.500 empleadores y 130.400 personas en otras situaciones.
El peso del empleo asalariado dentro de la ocupación total es ahora del 82,8%, la proporción más alta desde junio de 2012 y ligeramente mayor que el 82,3% de 2008 (año en que comenzó la crisis).
La importancia del empleo público dentro del conjunto de asalariados viene descendiendo desde comienzos de 2012, cuando era el 21,7%, frente al 20% actual. Sin embargo, aún es una proporción elevada en comparación con el 18% registrado en 2008.
El segmento de no asalariados supone un 17,2% del empleo total, 5 décimas menos que en 2008. Sin embargo, desde entonces los autónomos han incrementado su peso en el empleo total en 1,1 puntos porcentuales, hasta el 11,5%. Opuesto es el caso de los empleadores, que ahora dan cuenta de un 4,9% del empleo total (9 décimas menos que en 2008) y de las personas con otras situaciones (han reducido su participación en 8 décimas, hasta el 0,7%).
Pese a que el empleo total ha tenido un incremento interanual en 16 de las 17 autonomías (todas menos Extremadura), sólo seis de ellas exhiben un aumento simultáneo en el número de asalariados y no asalariados: Aragón, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana y Murcia. Canarias destaca entre ellas por alcanzar los mayores incrementos tanto entre los no asalariados (+19,5%) como entre los asalariados (+7,9%).
De hecho, el caso más repetido (9 autonomías) resulta ser el de un descenso interanual entre los no asalariados que contrasta con un aumento en el colectivo de asalariados. Los mayores contrastes se han presentado en La Rioja (reducción interanual de no asalariados de un 8,9% y aumento de un 3,2% de asalariados), Asturias (caída interanual de no asalariados de un 3,9% paralelo a un crecimiento del 2,4% de quienes trabajan en relación de dependencia) y Andalucía (descenso del 3,2% del primer grupo e incremento de un 7,8% en el segundo, que ha sido el segundo mayor aumento entre todas las autonomías).
Extremadura, como ya se ha mencionado, es la única región en la que el empleo total ha disminuido pese a ser la que más ha incrementado el empleo público (+6,3%). En lo que a crecimiento del empleo público se refiere, le han seguido Andalucía (+5,8%) y Castilla y León (+3,9%). Por el contrario, hay cuatro autonomías en las que el número de asalariados públicos ha mostrado una caída interanual: Navarra (-8,1%), La Rioja (-4,6%), Aragón y Murcia (-4,5% en ambos casos).
Los mayores incrementos interanuales en la cantidad de asalariados del sector privado se han registrado en Canarias (+9,6%), Andalucía (+8,4%) y Aragón (+6,9%). En cambio, Cantabria (-2,2%) y Extremadura (-0,6%) son las únicas que han sufrido retrocesos.
Hay tres comunidades autónomas en las que el empleo público supone una quinta parte o más de la ocupación total: Extremadura (25,8%), Castilla y León (20,4%) y Castilla-La Mancha (20%).
La situación contraria es la que se observa en Baleares y en Cataluña, regiones en las que el empleo público tiene el menor espacio en el empleo total, con un 11,2% y 12,8%, respectivamente.
Madrid y Cataluña son las únicas autonomías en las que el empleo asalariado privado supone más del 70% de la ocupación total, con un 72,3% y 70,2%, respectivamente.
Finalmente, las únicas regiones en donde el empleo no asalariado supone más de una quinta parte de la ocupación total son Galicia, Castilla y León (ambas con un 21%) y Baleares (20,2%).
Empleo fijo vs empleo temporal
Otro ángulo desde el que se puede analizar la evolución del empleo asalariado es según sea la duración de su contrato: indefinida o temporal.
Dos de cada tres empleos asalariados creados en los últimos doce meses (y prácticamente la misma proporción del total de nuevos puestos de trabajo) es de carácter temporal. En efecto, la contratación de 535.700 asalariados se desagrega en la incorporación de 178.100 personas con un contrato indefinido (+1,6%) y otras 357.800 con un vínculo temporal (+10,1%).
Los 14,9 millones de asalariados que hay en España en la actualidad se pueden descomponer en 11 millones de asalariados con contratos indefinidos y 3,9 millones con contratación temporal.
El mayor aumento de los contratos temporales hace que la tasa de temporalidad (proporción de asalariados temporales dentro del colectivo de asalariados) se haya incrementado hasta el 26,2%, un punto y medio porcentual más que un año antes. Sin embargo, es una proporción que aún está lejana del 29,3% que, por ejemplo, se registró en el tercer trimestre de 2008.
Sólo en nueve autonomías se repite el patrón nacional, es decir, un alza simultánea de la contratación indefinida y de la temporal. En siete de ellas, el número de estos últimos contratos ha crecido más rápido que los indefinidos. La mayor disparidad se observa en Baleares (+0,2% interanual los asalariados indefinidos y +11,5% los temporales) y en La Rioja (+0,5% interanual los fijos y +13,4% los de duración determinada). Canarias y Extremadura son las únicas en las que el número de asalariados fijos ha crecido más que el de temporales (+8% y +7,7%, respectivamente, en el caso canario, y +1,9% y +0,4% en el extremeño).
Aragón es la única región en donde ha crecido el colectivo de asalariados fijos (+8,8% interanual) al mismo tiempo que se ha reducido el de temporales (-8,6%).
Además, hay siete comunidades en las que ha caído el grupo de contratados de manera indefinida mientras aumentaba el de temporales. Castilla-La Mancha (-1,1% y +21,6%, respectivamente) y Cataluña (-1,1% y +12,8% en cada caso), son los más destacados.
Extremadura (35,8%), Murcia (34,8%) y Andalucía (+34,7%), son las únicas regiones en las que más de un tercio del total de asalariados trabaja con contratos temporales. En el extremo opuesto está Madrid, con un 18,3%, siendo la única en donde esta variable es inferior al 20%. Le siguen Cataluña (20,5%) y Aragón (23%).
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