Casi la mitad de las empresas, en concreto el 46%, reconoce que tiene en plantilla a trabajadores que practican el presentismo laboral, es decir, que aunque están presentes en su puesto de trabajo, dedican parte de su tiempo a cuestiones que no están relacionadas con su actividad profesional.
Por el contrario, el 28% de las empresas niega que existan prácticas de presentismo en sus empresas, en tanto que el 26% afirma desconocer si sus trabajadores son o no presentistas, pues carecen de mecanismos o procedimientos para detectarlo, según un estudio de Adecco.
Entre el 46% de las empresas que sí reconoce tener trabajadores presentistas, la mitad declara que este fenómeno sólo afecta a una pequeña parte de su plantilla y una de cada tres declara que se da únicamente en «algunos empleados».
La práctica presentista más habitual es la utilización de Internet, e-mail y redes sociales para asuntos personales y en horas de trabajo, tal y como constatan el 93% de las empresas que han detectado presentismo en sus empleados.
En segundo lugar, casi nueve de cada diez empresas con trabajadores presentistas, en concreto el 88%, señala que una parte de sus trabajadores se incorpora al trabajo con retraso o finaliza la jornada antes de tiempo. Lo más habitual es que este hecho únicamente lo lleven a cabo «pocos empleados», como ha declarado el 59% de las compañías encuestadas para realizar este estudio.
La tercera práctica presentista más habitual son las ausencias por tabaquismo (85%), aunque sólo el 2% de las empresas asegura que esto afecta a la mayoría de trabajadores.
Con el 83% figuran las ausencias para tomar café, desayunar o almorzar, una pausa injustificada que se da de forma mayoritaria en el 13% de las empresas. Son también frecuentes las ausencias breves y repetitivas por otros motivos, según el 78% de las compañías encuestadas.
Pese a todo, dos de cada tres trabajadores presentistas compensa por iniciativa propia las horas perdidas con otras de flexibilidad horaria. En los casos en los que la empresa no ofrece medidas orientadas a esa flexibilidad, los trabajadores también actúan de manera responsable, pues las ausencias por presentismo se recuperan en el 63% de los casos, siendo considerado el 37% restante como tiempo perdido y no recuperable.
Esta compensación de las ausencias por presentismo se realiza casi exclusivamente mediante la prolongación de la jornada de trabajo por iniciativa propia del trabajador.
TRABAJADOR INDEFINIDO MAYOR DE 35 AÑOS, PERFIL DEL PRESENTISTA
El informe revela que el perfil del trabajador presentista se corresponde con el de hombre o mujer, indistintamente, mayor de 35 años, que trabaja en una gran empresa y tiene un contrato indefinido y a tiempo completo.
Una de cada cuatro empresas no lleva ningún control para detectar este fenómeno, pero entre las empresas que sí lo hacen el 92% aplica métodos para controlar el horario de entrada y de salida de sus trabajadores.
En segundo lugar, a fin de controlar el presentismo, las empresas apuestan por restringir el uso de Internet (33%) y del correo electrónico (22%). Entre las medidas menos utilizadas están las de apagar las luces a una hora determinada y establecer una hora límite para las reuniones (6% cada una).
A Adecco le llama la atención que sean precisamente estas prácticas, las de flexibilidad horaria, las que destacan por su ausencia o escasa aplicación. En esta línea, el informe revela que el 19% de las empresas no ofrece ninguna medida de flexibilidad horaria a ninguno de sus empleados y aunque el 81% sí lo hace, sólo el 16% las aplica a todos sus trabajadores.
Lo más habitual, ya que ocurre en una de cada tres empresas, es que menos del 10% de la plantilla pueda beneficiarse de esa flexibilidad en los horarios de trabajo. Las pymes, que abundan en el tejido empresarial español, son las que ofrecen menor flexibilidad horaria (77%), frente a las grandes empresas (94%).
A la luz de estos datos, Adecco concluye que las empresas españolas aplican en mayor medida sistemas de control y restricciones que fomentan tanto el presentismo como el absentismo laboral y dejan de lado aquellas medidas que podrían reducir ambos fenómenos.
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