El 26,8% de los jóvenes españoles ni trabajaban ni estudiaban o se capacitaban (‘ninis’) en el año 2013, lo que supone el tercer porcentaje más elevado de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) tras Turquía y Grecia.
En el informe ‘Perspectivas de la Competencia en la OCDE 2015’, la organización destaca que el dato de los jóvenes ‘ninis’ en España supera en casi 12 puntos el dato de la media de OCDE (14,9%) y en más de 20 enteros los de Luxemburgo o Japón, que registran los porcentajes más bajos.
La OCDE subraya que en 2013 alrededor de 39 millones de personas de 16 a 29 años de edad ni trabajaban ni estudiaban o se capacitaban en la OCDE, lo que supone cinco millones más que antes de la crisis económica del 2008. Sin embargo, agrega que de cara a 2014 las estimaciones muestran una «pequeña mejora».
En concreto, la Organización presidida por Ángel Gurría incide en que las cifras son «particularmente altas» en los países del Suroeste de Europa, que se vieron fuertemente afectados por la crisis, como Grecia y España.
Sin embargo, lo que considera «aún más preocupante» es que cerca de 20 millones de jóvenes no están matriculados en la escuela ni buscan empleo. «Por lo tanto, pueden encontrarse excluidos en sus países del alcance de los sistemas educativo y de seguridad social, y del mercado laboral», advierte.
En su opinión, estas cifras representan no solo «una desgracia» para las personas afectadas, sino también una inversión malgastada, debido a que las competencias adquiridas durante la educación no son empleadas de forma productiva.
Asimismo, también suponen una carga potencial a sus países, ya que implican una menor recaudación fiscal, pagos más elevados de Seguridad Social y un nivel de inestabilidad social que puede aumentar cuando parte de la población se encuentra desempleada y afectada moralmente. «Los jóvenes deberían ser un activo de la economía y no un potencial pasivo», subraya.
En este contexto, la OCDE cree que el origen de este «inaceptable desperdicio de potencial humano» reside, entre otras cosas, en que demasiados jóvenes abandonan la educación sin haber adquirido las habilidades correctas, lo que les dificulta encontrar trabajo. Además, apunta que demasiados jóvenes abandonan la educación con poca experiencia en el mundo laboral.
Asimismo, remarca que incluso los jóvenes con competencias sólidas tienen problemas para encontrar trabajo sin experiencia laboral, mientras que los jóvenes que han tenido éxito en ingresar al mercado laboral con frecuencia se enfrentan a obstáculos para desarrollar sus habilidades y avanzar en su carrera profesional.
En la presentación del informe en Berlín, el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, remarcó que hacer frente a este problema de los jóvenes no es sólo «un imperativo moral», sino también una «necesidad económica».
«Demasiados jóvenes dejan la eduación sin haber adquirido las competencias adecuadas e, incluso aaquellos que las tienen se les impide darles un uso productivo. Estos jóvenes se enfrentan a menudo a un futuro complicado y necesitan todo nuestro apoyo», añadió.
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