El 63% de las empresas españolas prevé realizar nuevas contrataciones este año, 10 puntos porcentuales más que en 2014, según la ‘Guía del Mercado Laboral 2015′, elaborada por la multinacional británica Hays, especializada en orientación tanto a empresas como a demandantes de empleo.
Este estudio muestra un análisis de tendencias y salarios en España a partir de las opiniones de 1.500 empresarios y 8.300 trabajadores, de los que 2.970 están desempleados.
Entre los perfiles más demandados por ese casi dos tercios de las empresas se encuentran los de ventas y comerciales (53%), ingenieros (33%) y los de tecnologías de la información (21%), la mayor parte dentro de la categoría senior (66%), con más de cuatro años de experiencia, y junior (64%), con hasta cuatro años de experiencia.
Entre las causas por las que las empresas manifiestan esta voluntad de contratar a nuevo personal se encuentra una mayor confianza en la situación presente y futura de la economía. El 56% cree que, en particular, que su empresa está en mejores condiciones que hace un año, y un 27% al menos empeora que el contexto no empeore. Incluso un 7% afirma haber superado la recesión por completo.
Estas opiniones se fundamentan también en las cifras de 2014. Según el informe, durante el pasado año se redujo el porcentaje de empresas que despidieron a parte de su plantilla del 54% en 2013 al 46% un año después. Además, estos despidos se concentraron en un 65% de los casos en personal de entre dos y 10 años de experiencia.
Al mismo tiempo, si en 2013 un 50% de las empresas tuvieron que aplicar una congelación salarial, en 2014 este porcentaje también cayó al 44%. Si bien, un 25% de las empresas incrementó salarios en 2014, frente al 28% en 2013.
¿LOS EMPRESARIOS Y LOS TRABAJADORES NO HABLAN?
Con este punto de partida, casi un 80% de los empresarios afronta 2015 convencidos de que tienen la plantilla adecuada para competir en el mercado actual.
No obstante, el managing director de Hays España, Christopher Dottie, señala en declaraciones a Europa Press que «se percibe cierta falta de conexión entre los empresarios y los trabajadores».
Así, un 34% de los trabajadores cree que el mercado laboral sigue igual y un 35% que incluso ha empeorado. Sólo un 31% observa mejoras. Entre los desempleados el pesimismo es mayor: El 40% cree que el mercado laboral ha empeorado.
Esta desconexión se evidencia también en que el 61% de los trabajadores encuestados considera que tiene más responsabilidades, sin que se le compense por ello, y un 59% de ellos busca un cambio de trabajo de forma activa para crecimiento profesional (63%), para afrontar un reto más interesante (57%) o en busca de un mejor salario (50%).
Un resumen de este sentir sería que el 74% de los empleados encuestados no teme perder su puesto de trabajo en los próximos meses, pero el 40% no recomendaría su empresa actual a un amigo o familiar.
En frente, un 66% de las empresas no teme sufrir una fuga de trabajadores más elevada de lo habitual en este contexto de recuperación. Entre los que sí temen esta rotación, un 25% lo hace porque la competencia ofrece salarios más elevados y un 24% porque reconocen que existe una falta de implementación de un buen plan de talento en las empresas.
¿Y QUÉ PAPEL ESTÁ JUGANDO LA REFORMA LABORAL?
Preguntados por el papel de la reforma laboral de 2012 en la evolución reciente del empleo el 67% de las empresas –frente al 41% de 2013– cree que no les ha ayudado en nada. Entre los que sí creen que ha aportado cosas positivas, un 50% menciona la posibilidad de reducir costes y un 26%, de reducir plantillas.
En este punto, Dottie explica que el empleo «está mejorando de acuerdo con la economía» y que «la reforma laboral ha introducido pequeños cambios, pero no ha traído una nueva forma de trabajar».
En este sentido, señala que los empresarios siguen interesados en mayores cotas de flexibilidad, en vincular la seguridad en el empleo a la productividad del empleado y no en su antigüedad, y en una reforma en profundidad de los servicios públicos de empleo que les dote, entre otras cosas, de más recursos.
Asimismo, Dottie señala que abaratar el coste del despido no ha sido útil para las empresas porque no se ha hecho con efectos retroactivos, por lo que ha desincentivado las rotaciones voluntarias en las plantillas y ha hecho que los trabajadores con mayor antigüedad «se agarren aún más a la silla».
Por el lado de los trabajadores, Dottie cree que hace falta asumir más responsabilidad sobre la propia empleabilidad y asumir que los nuevos empleos no siempre vendrán de la mano de las grandes remuneraciones. Los datos señalan en este sentido que el 28% de los desempleados rechazaron un empleo en 2014.
¿LOS TRABAJADORES SON SOLIDARIOS?
Por otro lado, una de las cuestiones que planteaba la reforma laboral era la posibilidad de introducir medidas de flexibilidad interna en las empresas para adaptar sus costes a los ciclos bajistas. En este extremo, el 51% de los empleados estaría dispuesto a asumir una bajada salarial si eso sirviera para disminuir el paro de larga duración y juvenil.
Por último, más de la mitad de los trabajadores expatriados (58%) piensa regresar a España en algún momento. Este porcentaje subiría en un 30% si la situación económica mejora.
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