17 de noviembre de 2024
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Crece un 1,3% la contratación indefinida en el último año y cae el empleo autónomo

Crece un 1,3% la contratación indefinida en el último año y cae el empleo autónomo

 

Como ya vimos la semana pasada, la suave recuperación que ha iniciado la economía española puede constatarse a partir de diversas variables. Una de ellas es el empleo, que por primera vez en seis años, se ha incrementado durante dos trimestres consecutivos, según reflejan los datos de la Encuesta de Población Activa (E.P.A.) que elabora el Instituto Nacional de Estadística.
Es por ello que Adecco, líder internacional en la gestión de Recursos Humanos, en colaboración con los investigadores de Barceló y Asociados, ha elaborado el II Monitor Anual Adecco de Ocupación: un detallado análisis de la evolución del empleo por ocupación en España. Un estudio que se enmarca dentro del Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo , que semestralmente analiza el grado de satisfacción en el empleo de un ocupado medio en cada una de las comunidades autónomas de España. 
El propósito de este Monitor de Ocupación es analizar los puestos de trabajo que ya están siendo creados, desde diferentes ángulos sociodemográficos y económicos como pueden ser desde el sexo y grupo edad de los nuevos ocupados o su nivel académico a los sectores económicos que más empleo están generando y el perfil profesional de los recién incorporados al mercado laboral. En esta segunda entrega se analiza el perfil socioeconómico de los nuevos ocupados en España.
La ocupación según la situación profesional
Si separamos los empleos en dos grandes categorías, Asalariados y No asalariados, veremos que la totalidad de los puestos de trabajo creados en los últimos doce meses corresponden a la primera. En efecto, el número de asalariados tuvo en el tercer trimestre un incremento interanual de 289.200 (+2%), que se compensó en parte por la destrucción de 10.600 plazas de no asalariados (-0,3%) . 
Sin embargo, dentro de cada una de ambas categorías hay diferencias. Por ejemplo, entre los no asalariados, el número de empleadores creció en 15.900 personas entre septiembre de 2013 y el mismo mes del año en curso (+1,8%), al mismo tiempo que se reducía en 29.100 personas la cantidad de autónomos (-1,4%). 
Entre los asalariados, todo el incremento se produjo en el sector privado, que aumentó la contratación en 307.000 personas (+2,7%), ya que en el sector público disminuyó el número de asalariados en 17.600 personas (-0,6%).
Desde el punto de vista de la situación profesional, tenemos que los 17,5 millones de ocupados se corresponden con 14,4 millones de asalariados y 3,1 millones de no asalariados. 
A su vez, los trabajadores por cuenta ajena se subdividen en 11,5 millones de asalariados en el sector privado y 2,9 millones en el sector público. Por su parte, los no asalariados pueden desagregarse en 2 millones de autónomos, 905.300 empleadores, 113.000 personas que ayudan en el negocio familiar sin remuneración y un pequeño grupo de 26.300 personas que son miembros de cooperativas. 
El peso del empleo asalariado dentro de la ocupación total es ahora igual que hace seis años: un 82,3%. Lo que ha cambiado es su composición, ya que ahora el empleo público supone un 16,7% del empleo total, frente al 14,8% que tenía en 2008. Paralelamente, la porción ocupada por el empleo asalariado del sector privado se redujo desde el 67,5% hasta el 65,5%. 
Consecuencia de lo anterior, el segmento de no asalariados tampoco ha variado en comparación con el del tercer trimestre de 2008, manteniéndose en el 17,6% del empleo total. Sí ha cambiado la importancia relativa de las subcategorías que lo integran. La proporción de empleadores en el total de la ocupación ha descendido desde el 5,8% hasta el 5,2%, lo mismo que las ayudas familiares cayeron desde el 1,1% hasta el 0,6% y los miembros de cooperativas desde el 0,3% hasta el 0,2%. En cambio, la proporción de autónomos avanzó desde el 10,5% hasta el 11,7% actual.
En todas las autonomías, con la sola excepción de Navarra, hubo un aumento interanual en el número de asalariados. La diferencia estriba en que en diez comunidades, al igual que en el conjunto del país, se redujo la cantidad de no asalariados, mientras que en las restantes siete ese colectivo creció. 
Asturias (+7,5%) y La Rioja (+7,3%) son las autonomías que más incrementaron sus respectivos colectivos de asalariados. Lo opuesto ocurrió en Baleares (+0,3%) y Canarias (+0,8%). Navarra exhibió el único descenso interanual, del 1,3%.
Sin embargo, Navarra se destacó por ser la autonomía donde más aumentó el empleo no asalariado (+14%). Le siguió la autonomía balear (+9,8%). Asturias y La Rioja, que mostraron los mayores avances en el número de asalariados, fueron al mismo tiempo las regiones donde más se redujo la cantidad de no asalariados, con una disminución interanual, respectivamente, del 9,7% y 13,3%.
Las autonomías en las cuales el empleo asalariado supone una mayor proporción del empleo total son Madrid (87,6%) y Canarias (85,2%). Hay tres comunidades autónomas en las que el empleo público supone más de una quinta parte de la ocupación total: Extremadura (24%), Castilla-La Mancha (20,5%) y Castilla y León (20,1%). La situación contraria es la que se observa en Baleares y en Cataluña, regiones en las que el empleo público tiene un menor espacio en el empleo total, con un 11,3% y un 12,5%, respectivamente. 
Madrid y Cataluña son las únicas autonomías en las que el empleo asalariado privado supone más del 70% de la ocupación total, con un 71,3% y un 70,2%, respectivamente. 
Galicia y Castilla y León, ambas con un 21,8%, son las dos comunidades donde el empleo no asalariado representa una mayor proporción de la ocupación.
Empleo fijo y empleo temporal
Otro ángulo desde el que se puede analizar la evolución del empleo, en el caso de los asalariados, es según sea la duración de su contrato: indefinida o temporal.
El 54% de los empleos asalariados creados en los últimos doce meses (y el 56% del total de nuevos puestos de trabajo) fue de carácter temporal. En efecto, la contratación de 289.200 asalariados se desagrega en la incorporación de 134.600 personas con un contrato indefinido (+1,3%) y otras 154.800 con un vínculo temporal (+4,6%).
Los 14,4 millones de asalariados que hay en España en la actualidad se pueden descomponer en 10,9 millones de asalariados con contratos indefinidos y 3,6 millones con contratación temporal.
El mayor aumento de los contratos temporales hace que la tasa de temporalidad (proporción de asalariados temporales dentro del colectivo de asalariados) se haya incrementado hasta el 24,6%, 5 décimas más que un año antes. Sin embargo, es una proporción que aún dista del 29,3% que, por ejemplo, se registró en el tercer trimestre de 2008.
Solo en ocho autonomías se repitió lo registrado en el total nacional, es decir, un alza simultánea de la contratación indefinida y de la temporal. En todas ellas, el número de estos últimos contratos creció más velozmente que los indefinidos. La mayor disparidad se observó en Asturias, que fue la comunidad con mayor incremento en la contratación temporal, que aumentó un 28,6% interanual frente a un alza del 1% en los contratos indefinidos. 
En otras seis regiones, el número de asalariados con contrato fijo se redujo al mismo tiempo que se ampliaron las contrataciones temporales. De este grupo, solo en Navarra la pérdida de empleos indefinidos (-4,4%, la más abultada de todas las autonomías) superó a las contrataciones temporales (+9,8%), arrojando una caída en el número de asalariados. En este mismo grupo se destacaron Aragón y Andalucía, donde el colectivo de asalariados con contrato temporal creció un 19,9% y un 12,4%, respectivamente, mientras aquellos con un vínculo indefinido se incrementaron en un 2,9% y un 2,2% en cada caso.
Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana se diferenciaron del resto porque fueron las únicas autonomías en las que la contratación temporal se redujo, siendo esa pérdida más que compensada por la incorporación de asalariados con contratos indefinidos. El caso catalán fue el más dispar, pues el número de asalariados temporales cayó un 7,1% interanual, al tiempo que el de indefinidos se incrementó en un 3,3%.
La proporción de asalariados con un contrato temporal tiene variaciones de casi 20 puntos porcentuales entre diferentes autonomías. Extremadura, con un 36,2%, y Murcia, con un 34,4%, son las que encabezan esta variable. En el extremo opuesto se sitúan Madrid, con un 16,9%, y Cataluña, con un 18,5%.
Sectores económicos: Servicios lidera la creación de empleo
Entre septiembre de 2013 y septiembre de 2014 (último mes analizado por la E.P.A.), el número de ocupados en España aumentó en 274.000 personas (+1,6%), el mayor incremento interanual desde que se iniciara la crisis. Por primera vez desde 2008 se registran dos trimestres consecutivos con un incremento interanual en el número de ocupados. El total de ocupados en nuestro país es ahora de 17,5 millones de personas, el número más elevado de los últimos ocho trimestres. 
Un 85% de los nuevos empleos fueron creados en el sector de los Servicios. El 15% restante correspondió a la Industria. 
La contratación de personas en los Servicios tuvo un incremento interanual de 230.700 (+1,8%). Es el único sector que acumula tres trimestres seguidos con aumentos interanuales en la ocupación. La Industria tuvo su primera incorporación de mano de obra desde marzo de 2008, sumando 82.000 nuevos ocupados (+3,5%).
En cambio, tanto en la Agricultura  como en la Construcción hubo una destrucción de puestos de trabajo. En el primer caso, la pérdida fue de 33.300 empleos (-4,8% interanual), en tanto que en la Construcción fueron eliminadas 5.600 plazas (-0,5%, la menor reducción en lo que va de crisis, por lo que se modera el ritmo de destrucción de empleo en este sector).
 
Con estos resultados, trabajan ahora en los Servicios 13,4 millones de personas, el mayor número desde diciembre de 2011, que equivale al 76,5% de todos los ocupados. El siguiente sector con mayor ocupación es la Industria, que cuenta con 2,4 millones de trabajadores (13,9% del total). El resto se reparte entre la Construcción, con poco más de un millón de ocupados (5,8%), y la Agricultura, con 666.100 personas ocupadas (3,8%).
Estos mismos resultados nos indican que en los últimos seis años se perdieron casi 3,1 millones de empleos. Un 46% de los puestos de trabajo suprimidos correspondían a la Construcción, que perdió 1,4 millones de ocupados. La Industria y los Servicios redujeron sus plantillas de forma similar (804.000 y 720.400, respectivamente). Los restantes 132.700 empleos perdidos pertenecían a la Agricultura. 
En lo que se refiere a la composición del empleo según sectores económicos, la crisis ha supuesto una caída en la participación de la Construcción (perdió 6 puntos porcentuales, desde el 11,8% hasta el 5,8%) y de la Industria (redujo su participación desde el 15,7% hasta el 13,9%), que benefició a los Servicios, cuyo segmento se amplió (desde el 68,6% hasta el 76,5% antes mencionado). La participación de la Agricultura permaneció casi inalterada. 
Por comunidades autónomas, solo cinco replicaron el caso general, con aumentos interanuales en el empleo industrial y de los Servicios, y descensos en la Agricultura y la Construcción. Ellas fueron Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña y Navarra.
Extremadura y la Comunidad de Madrid sobresalieron por ser las únicas que presentaron incrementos interanuales en la ocupación en todos los sectores.
 
Un grupo de seis autonomías exhibió un incremento en la ocupación en tres de los cuatro sectores económicos. En La Rioja, Galicia, la Comunidad Valenciana y Aragón, la Agricultura fue el único sector donde se redujeron las plantillas. En Andalucía, el sector desfavorecido fue la Construcción, en tanto que en Murcia dicho rol correspondió a la Industria.
En Baleares y en Canarias, al igual que en el conjunto de España, fueron dos los sectores que contrajeron sus respectivas dotaciones de mano de obra. En el caso balear, los sectores donde el número de ocupados se redujo fueron la Agricultura y los Servicios. En Canarias, ellos fueron la Agricultura y la Industria. Baleares fue la única comunidad donde se redujo el empleo en los Servicios. Lo opuesto ocurrió tanto en el País Vasco como en Cantabria, donde el empleo en los Servicios se amplió al tiempo que se reducía en los otros tres sectores. 
La composición del empleo según sectores económicos tiene importantes diferencias entre las distintas autonomías. Servicios alcanza su mayor importancia en Canarias (87,6% de todo el empleo) y en Madrid (85,2%). El caso contrario es el de La Rioja y Navarra, donde este sector da cuenta del 62,8% y 63,6%, respectivamente, de la ocupación total.
Las dos comunidades nombradas en último término son al mismo tiempo las que presentan la mayor proporción de empleo industrial. En Navarra alcanza al 26,1% y en La Rioja al 25,9%. En el otro extremo se sitúan Canarias (4,6%) y Baleares (6,5%).
También se verifican amplias diferencias en el peso del empleo del sector primario, que va desde un 13,2% en Murcia y un 12% en Extremadura hasta un 0,4% en Madrid y un 1% en Baleares.
En cambio, la importancia relativa del empleo en la Construcción es más homogénea. La participación más amplia se registra en Baleares, con un 7,8%, y Extremadura, con un 7,1%. En cambio, el empleo de la Construcción representa el 5,2% del total tanto en Canarias como en Madrid.

Como ya vimos la semana pasada, la suave recuperación que ha iniciado la economía española puede constatarse a partir de diversas variables. Una de ellas es el empleo, que por primera vez en seis años, se ha incrementado durante dos trimestres consecutivos, según reflejan los datos de la Encuesta de Población Activa (E.P.A.) que elabora el Instituto Nacional de Estadística.

Es por ello que Adecco, líder internacional en la gestión de Recursos Humanos, en colaboración con los investigadores de Barceló y Asociados, ha elaborado el II Monitor Anual Adecco de Ocupación: un detallado análisis de la evolución del empleo por ocupación en España. Un estudio que se enmarca dentro del Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo , que semestralmente analiza el grado de satisfacción en el empleo de un ocupado medio en cada una de las comunidades autónomas de España. 

El propósito de este Monitor de Ocupación es analizar los puestos de trabajo que ya están siendo creados, desde diferentes ángulos sociodemográficos y económicos como pueden ser desde el sexo y grupo edad de los nuevos ocupados o su nivel académico a los sectores económicos que más empleo están generando y el perfil profesional de los recién incorporados al mercado laboral. En esta segunda entrega se analiza el perfil socioeconómico de los nuevos ocupados en España.

La ocupación según la situación profesional

Si separamos los empleos en dos grandes categorías, Asalariados y No asalariados, veremos que la totalidad de los puestos de trabajo creados en los últimos doce meses corresponden a la primera. En efecto, el número de asalariados tuvo en el tercer trimestre un incremento interanual de 289.200 (+2%), que se compensó en parte por la destrucción de 10.600 plazas de no asalariados (-0,3%) . 

Sin embargo, dentro de cada una de ambas categorías hay diferencias. Por ejemplo, entre los no asalariados, el número de empleadores creció en 15.900 personas entre septiembre de 2013 y el mismo mes del año en curso (+1,8%), al mismo tiempo que se reducía en 29.100 personas la cantidad de autónomos (-1,4%). 

Entre los asalariados, todo el incremento se produjo en el sector privado, que aumentó la contratación en 307.000 personas (+2,7%), ya que en el sector público disminuyó el número de asalariados en 17.600 personas (-0,6%).

Desde el punto de vista de la situación profesional, tenemos que los 17,5 millones de ocupados se corresponden con 14,4 millones de asalariados y 3,1 millones de no asalariados. 

A su vez, los trabajadores por cuenta ajena se subdividen en 11,5 millones de asalariados en el sector privado y 2,9 millones en el sector público. Por su parte, los no asalariados pueden desagregarse en 2 millones de autónomos, 905.300 empleadores, 113.000 personas que ayudan en el negocio familiar sin remuneración y un pequeño grupo de 26.300 personas que son miembros de cooperativas. 

El peso del empleo asalariado dentro de la ocupación total es ahora igual que hace seis años: un 82,3%. Lo que ha cambiado es su composición, ya que ahora el empleo público supone un 16,7% del empleo total, frente al 14,8% que tenía en 2008. Paralelamente, la porción ocupada por el empleo asalariado del sector privado se redujo desde el 67,5% hasta el 65,5%. 

Consecuencia de lo anterior, el segmento de no asalariados tampoco ha variado en comparación con el del tercer trimestre de 2008, manteniéndose en el 17,6% del empleo total. Sí ha cambiado la importancia relativa de las subcategorías que lo integran. La proporción de empleadores en el total de la ocupación ha descendido desde el 5,8% hasta el 5,2%, lo mismo que las ayudas familiares cayeron desde el 1,1% hasta el 0,6% y los miembros de cooperativas desde el 0,3% hasta el 0,2%. En cambio, la proporción de autónomos avanzó desde el 10,5% hasta el 11,7% actual.

En todas las autonomías, con la sola excepción de Navarra, hubo un aumento interanual en el número de asalariados. La diferencia estriba en que en diez comunidades, al igual que en el conjunto del país, se redujo la cantidad de no asalariados, mientras que en las restantes siete ese colectivo creció. 

Asturias (+7,5%) y La Rioja (+7,3%) son las autonomías que más incrementaron sus respectivos colectivos de asalariados. Lo opuesto ocurrió en Baleares (+0,3%) y Canarias (+0,8%). Navarra exhibió el único descenso interanual, del 1,3%.

Sin embargo, Navarra se destacó por ser la autonomía donde más aumentó el empleo no asalariado (+14%). Le siguió la autonomía balear (+9,8%). Asturias y La Rioja, que mostraron los mayores avances en el número de asalariados, fueron al mismo tiempo las regiones donde más se redujo la cantidad de no asalariados, con una disminución interanual, respectivamente, del 9,7% y 13,3%.

Las autonomías en las cuales el empleo asalariado supone una mayor proporción del empleo total son Madrid (87,6%) y Canarias (85,2%). Hay tres comunidades autónomas en las que el empleo público supone más de una quinta parte de la ocupación total: Extremadura (24%), Castilla-La Mancha (20,5%) y Castilla y León (20,1%). La situación contraria es la que se observa en Baleares y en Cataluña, regiones en las que el empleo público tiene un menor espacio en el empleo total, con un 11,3% y un 12,5%, respectivamente. 

Madrid y Cataluña son las únicas autonomías en las que el empleo asalariado privado supone más del 70% de la ocupación total, con un 71,3% y un 70,2%, respectivamente. 

Galicia y Castilla y León, ambas con un 21,8%, son las dos comunidades donde el empleo no asalariado representa una mayor proporción de la ocupación.

Empleo fijo y empleo temporal

Otro ángulo desde el que se puede analizar la evolución del empleo, en el caso de los asalariados, es según sea la duración de su contrato: indefinida o temporal.

El 54% de los empleos asalariados creados en los últimos doce meses (y el 56% del total de nuevos puestos de trabajo) fue de carácter temporal. En efecto, la contratación de 289.200 asalariados se desagrega en la incorporación de 134.600 personas con un contrato indefinido (+1,3%) y otras 154.800 con un vínculo temporal (+4,6%).

Los 14,4 millones de asalariados que hay en España en la actualidad se pueden descomponer en 10,9 millones de asalariados con contratos indefinidos y 3,6 millones con contratación temporal.

El mayor aumento de los contratos temporales hace que la tasa de temporalidad (proporción de asalariados temporales dentro del colectivo de asalariados) se haya incrementado hasta el 24,6%, 5 décimas más que un año antes. Sin embargo, es una proporción que aún dista del 29,3% que, por ejemplo, se registró en el tercer trimestre de 2008.

Solo en ocho autonomías se repitió lo registrado en el total nacional, es decir, un alza simultánea de la contratación indefinida y de la temporal. En todas ellas, el número de estos últimos contratos creció más velozmente que los indefinidos. La mayor disparidad se observó en Asturias, que fue la comunidad con mayor incremento en la contratación temporal, que aumentó un 28,6% interanual frente a un alza del 1% en los contratos indefinidos. 

En otras seis regiones, el número de asalariados con contrato fijo se redujo al mismo tiempo que se ampliaron las contrataciones temporales. De este grupo, solo en Navarra la pérdida de empleos indefinidos (-4,4%, la más abultada de todas las autonomías) superó a las contrataciones temporales (+9,8%), arrojando una caída en el número de asalariados. En este mismo grupo se destacaron Aragón y Andalucía, donde el colectivo de asalariados con contrato temporal creció un 19,9% y un 12,4%, respectivamente, mientras aquellos con un vínculo indefinido se incrementaron en un 2,9% y un 2,2% en cada caso.

Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana se diferenciaron del resto porque fueron las únicas autonomías en las que la contratación temporal se redujo, siendo esa pérdida más que compensada por la incorporación de asalariados con contratos indefinidos. El caso catalán fue el más dispar, pues el número de asalariados temporales cayó un 7,1% interanual, al tiempo que el de indefinidos se incrementó en un 3,3%.

La proporción de asalariados con un contrato temporal tiene variaciones de casi 20 puntos porcentuales entre diferentes autonomías. Extremadura, con un 36,2%, y Murcia, con un 34,4%, son las que encabezan esta variable. En el extremo opuesto se sitúan Madrid, con un 16,9%, y Cataluña, con un 18,5%.

Sectores económicos: Servicios lidera la creación de empleo

Entre septiembre de 2013 y septiembre de 2014 (último mes analizado por la E.P.A.), el número de ocupados en España aumentó en 274.000 personas (+1,6%), el mayor incremento interanual desde que se iniciara la crisis. Por primera vez desde 2008 se registran dos trimestres consecutivos con un incremento interanual en el número de ocupados. El total de ocupados en nuestro país es ahora de 17,5 millones de personas, el número más elevado de los últimos ocho trimestres. 

Un 85% de los nuevos empleos fueron creados en el sector de los Servicios. El 15% restante correspondió a la Industria. 

La contratación de personas en los Servicios tuvo un incremento interanual de 230.700 (+1,8%). Es el único sector que acumula tres trimestres seguidos con aumentos interanuales en la ocupación. La Industria tuvo su primera incorporación de mano de obra desde marzo de 2008, sumando 82.000 nuevos ocupados (+3,5%).

En cambio, tanto en la Agricultura  como en la Construcción hubo una destrucción de puestos de trabajo. En el primer caso, la pérdida fue de 33.300 empleos (-4,8% interanual), en tanto que en la Construcción fueron eliminadas 5.600 plazas (-0,5%, la menor reducción en lo que va de crisis, por lo que se modera el ritmo de destrucción de empleo en este sector). 

Con estos resultados, trabajan ahora en los Servicios 13,4 millones de personas, el mayor número desde diciembre de 2011, que equivale al 76,5% de todos los ocupados. El siguiente sector con mayor ocupación es la Industria, que cuenta con 2,4 millones de trabajadores (13,9% del total). El resto se reparte entre la Construcción, con poco más de un millón de ocupados (5,8%), y la Agricultura, con 666.100 personas ocupadas (3,8%).

Estos mismos resultados nos indican que en los últimos seis años se perdieron casi 3,1 millones de empleos. Un 46% de los puestos de trabajo suprimidos correspondían a la Construcción, que perdió 1,4 millones de ocupados. La Industria y los Servicios redujeron sus plantillas de forma similar (804.000 y 720.400, respectivamente). Los restantes 132.700 empleos perdidos pertenecían a la Agricultura. 

En lo que se refiere a la composición del empleo según sectores económicos, la crisis ha supuesto una caída en la participación de la Construcción (perdió 6 puntos porcentuales, desde el 11,8% hasta el 5,8%) y de la Industria (redujo su participación desde el 15,7% hasta el 13,9%), que benefició a los Servicios, cuyo segmento se amplió (desde el 68,6% hasta el 76,5% antes mencionado). La participación de la Agricultura permaneció casi inalterada. 

Por comunidades autónomas, solo cinco replicaron el caso general, con aumentos interanuales en el empleo industrial y de los Servicios, y descensos en la Agricultura y la Construcción. Ellas fueron Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña y Navarra.

Extremadura y la Comunidad de Madrid sobresalieron por ser las únicas que presentaron incrementos interanuales en la ocupación en todos los sectores. 

Un grupo de seis autonomías exhibió un incremento en la ocupación en tres de los cuatro sectores económicos. En La Rioja, Galicia, la Comunidad Valenciana y Aragón, la Agricultura fue el único sector donde se redujeron las plantillas. En Andalucía, el sector desfavorecido fue la Construcción, en tanto que en Murcia dicho rol correspondió a la Industria.

En Baleares y en Canarias, al igual que en el conjunto de España, fueron dos los sectores que contrajeron sus respectivas dotaciones de mano de obra. En el caso balear, los sectores donde el número de ocupados se redujo fueron la Agricultura y los Servicios. En Canarias, ellos fueron la Agricultura y la Industria. Baleares fue la única comunidad donde se redujo el empleo en los Servicios. Lo opuesto ocurrió tanto en el País Vasco como en Cantabria, donde el empleo en los Servicios se amplió al tiempo que se reducía en los otros tres sectores. 

La composición del empleo según sectores económicos tiene importantes diferencias entre las distintas autonomías. Servicios alcanza su mayor importancia en Canarias (87,6% de todo el empleo) y en Madrid (85,2%). El caso contrario es el de La Rioja y Navarra, donde este sector da cuenta del 62,8% y 63,6%, respectivamente, de la ocupación total.

Las dos comunidades nombradas en último término son al mismo tiempo las que presentan la mayor proporción de empleo industrial. En Navarra alcanza al 26,1% y en La Rioja al 25,9%. En el otro extremo se sitúan Canarias (4,6%) y Baleares (6,5%).

También se verifican amplias diferencias en el peso del empleo del sector primario, que va desde un 13,2% en Murcia y un 12% en Extremadura hasta un 0,4% en Madrid y un 1% en Baleares.

En cambio, la importancia relativa del empleo en la Construcción es más homogénea. La participación más amplia se registra en Baleares, con un 7,8%, y Extremadura, con un 7,1%. En cambio, el empleo de la Construcción representa el 5,2% del total tanto en Canarias como en Madrid.

 

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