Seis años después de la crisis económica, una importante encuesta mundial pone a prueba las opiniones de la calle y de los ejecutivos sobre las empresas y sus líderes. En España, de las 1.075 personas encuestadas — 75 son altos ejecutivos– un 68% considera que los CEOs están preocupados por la creciente desigualdad de ingresos y se destaca que éste es el único país en el que una gran mayoría de la opinión pública defiende esta idea. Por el contrario, los encuestados en la mayoría de los países, considera que los CEOs no se preocupan por esta situación.
Hoy, CNBC, primer canal de televisión de negocios por todo el mundo, y Burson-Marsteller, la firma mundial de comunicaciones estratégicas, han dado a conocer los resultados del Indicador de Percepción Empresarial CNBC / Burson-Marsteller: una encuesta global realizada entre el público en general y altos ejecutivos.
Exclusivamente para este informe, la firma de investigación de Penn Schoen Berland encuestó a más de 25.000 personas de la población en general y más de 1.800 ejecutivos de negocios en 25 mercados globales en sus opiniones acerca de los roles y responsabilidades de las empresas en la sociedad y en la contribución a la economía.
España, además de ser el único país cuya opinión pública cree que los CEOs se preocupan por la creciente desigualdad de ingresos, llama la atención como, al igual que en Alemania y los EE.UU, los encuestados consideran en un 45% que las corporaciones tienen demasiada influencia sobre los gobiernos.
La encuesta revela una marcada división entre las economías desarrolladas de América del Norte y Europa Occidental, y las economías emergentes como China, Rusia y Brasil. En estas, sólo un 30% de los encuestados considera que la influencia de las empresas sobre los Gobiernos es exagerada en temas como: la administración corporativa del medio ambiente, y quizás lo más importante, el papel que las corporaciones desempeñan como motores de creación de empleo y del crecimiento económico.
Los encuestados en los países con economías desarrolladas tienen una visión mucho más crítica de las empresas que los encuestados de las economías emergentes. En las economías desarrolladas, el 52% de la población tiene una opinión favorable hacia las empresas frente a un 72% del público en las economías emergentes. Una inmersión más profunda en las economías emergentes apunta que tanto el público en general como los ejecutivos son más propensos a ver las empresas como “fuente de esperanza”, en comparación con sus homólogos de los países desarrollados, que las ven con más “reticencia”. El 45% de la población general en los países desarrollados cree que las corporaciones tienen demasiado poder sobre el gobierno frente a sólo el 30% del público en las economías emergentes.
«Seis años después de que estallara la crisis económica, esta gran encuesta pone de manifiesto que, mientras que la reputación de las empresas y líderes empresariales están mejorando, todavía hay trabajo real que hacer para disipar las dudas sobre su impacto», dijo Donald A. Baer, Presidente Mundial y CEO de Burson-Marsteller. «La buena noticia es que esta encuesta es una brújula corporativa que apunta en la dirección del compromiso, aún más profundo, entre las empresas, sus líderes y el público en general acerca de su papel en la construcción del progreso y de la mejora de la sociedad.»
Cuando se trata de impuestos sobre las empresas todos los encuestados de todos los países están de acuerdo. El 62% de la población general mundial y el 56% de los ejecutivos globales dicen que las corporaciones se aprovechan de lagunas fiscales. La mayor parte del mundo está de acuerdo en que es importante que las corporaciones paguen religiosamente sus impuestos.
Los comentarios están cerrados.