La mayoría de personas, durante su infancia, han soñado con ejercer casi cualquier tipo de oficio; bomberos, astronautas, médicos, futbolistas, etc. Unos pocos, tuvieron claro qué harían desde un principio y jamás cambiaron de idea.
Aunque no existe una edad específica que permita vislumbrar con claridad lo que se debe estudiar, si desde muy pronto se conocen las fortalezas y debilidades, será más fácil elegir qué camino seguir.
Uno de los valores más importantes para los niños es el reconocimiento. Por eso, a la hora de preguntarles qué quieren ser cuando sean mayores, generalmente sus respuestas se relacionan con las profesiones que ofrecen admiración y que tienen más notoriedad en la sociedad.
Expertos señalan que en la búsqueda de referentes para el desarrollo progresivo de la personalidad, los niños se interesan por profesiones destacadas, que les inspiran modelos sobre cómo ser o cómo es bueno ser. Las niñas tendrían mayor interés por aquellas dedicadas al cuidado de los demás, como la salud o la enseñanza. Por otro lado, los niños quieren ser futbolistas, una actividad que implica la admiración de los demás.
Lamentablemente, aún existe una brecha muy grande en el ámbito educacional. Para las personas que tienen menos recursos, las posibilidades de elegir algunas salidas se ven truncadas por la falta de recursos. Otro caso es el de aquellos que aun contando con medios, por tradición familiar, se les impone estudiar una carrera determinada.
Un estudio español realizado por LinkedIn, denominado “Dream Jobs” en el que se sondeaba acerca de los trabajos soñados durante la infancia y cuántos profesionales tiene actualmente el trabajo con el que soñaban, ha puesto de manifiesto que los trabajos más deseados por los niños y niñas son: científico/a, ingeniero/a y maestro/a.
Así, un 37,5% dijo tener el trabajo de sus sueños o tiene una profesión relacionada con lo que soñaban en su infancia. En cambio, aquellos profesionales que no trabajan en lo que anhelaban cuando eran pequeños, se debe a que a medida que fueron creciendo se dieron cuenta de que comenzaron a interesarse por trayectorias profesionales diferentes.
“Tan sólo cuando somos niños todos tuviéramos la posibilidad de conocer nuestras fortalezas y qué nos hace felices, abundarían los profesionales eficientes, competentes y competitivos que gozan con lo que hacen”, señala Javier Caparrós, director general de Trabajando.com España.
“Por eso es importante que las empresas se esfuercen en conocer lo que su equipo puede ofrecer, y que le permita desarrollar al máximo sus capacidades y habilidades”, agrega Caparrós.
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