No hace tanto que la OCDE alababa la moderación salarial introducida en España para ganar competitividad. Pero todo tiene un límite, y el propio organismo alerta ahora de que ya no se puede tensar más la cuerda. Las rebajas salariales, que se han impuesto en particular en los países europeos más afectados por la crisis, están mostrando sus límites en la mejora de la competitividad e incluso son contraproducentes porque agravan el riesgo de pobreza y tienen un efecto depresivo sobre la demanda, según señala hoy la organización. Consulte el informe del organismo (en inglés).
«Mayores ajustes salariales a la baja en los países más afectados corren el riesgo de ser contraproducentes», subraya en su informe anual sobre el empleo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Desde el gobierno llevan tiempo insistiendo en que es necesario mantener la moderación salarial. La devaluación interna, creen, es un proceso que debe continuar en España porque es la que está sacando al país de la crisis.
No hace tanto decía Montoro, el ministro de Hacienda, que la devaluación es «correcta» y «es necesario» seguir haciéndola porque es la que está contribuyendo a la estabilidad económica, junto con las reformas. Muchos expertos creen que la devaluación interna de España, con caída de salarios y consumo, será larga.
Para el Gobierno, la moderación salarial es un «elemento adicional» que contribuye a relanzar la economía, porque está «permitiendo salvar puestos de trabajo», pero niega que constituya «en sí misma» un objetivo de su política económica. Eso sí, señala que, al contribuir a la recuperación permitirá a «medio plazo» tener empleos más «estables y mejor remunerados».
En cambio, como la OCDE, otros organismos en España ya han empezado a plantear la necesidad de empezar a subir los sueldos. Es el caso del Consejo Económico y Social, que cree que ya ha llegado el momento de empezar a suir los salarios en los sectores en los que sea posible.
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