Se acerca septiembre y con él la temida decisión de qué carrera elegir para estudiar, qué especialización… En un contexto en el que más del 50 por ciento de los jóvenes no tienen un empleo, la gran inversión (en tiempo, esfuerzo y dinero) que supone elegir unos estudios superiores requiere una buena dosis de reflexión y análisis. Para el presidente de la Asociación Nacional de Tasadores y Peritos Judiciales Informáticos, Ángel Bahamontes, esta elección se debe hacer, en primer lugar, conforme a las convicciones personales de cada uno.
“Es muy importante que estudies algo que te guste porque de esta manera será más fácil alcanzar el éxito. Si tenemos en cuenta el caso de nuestros Peritos Judiciales Informáticos, la gran mayoría de ellos coinciden en que esta rama la tenían primero como un hobby, que se ha convertido en una actividad que ahora les renta beneficios”. Sin embargo, para Bahamontes también es necesario atender a las necesidades del mercado que, según los cálculos de la Asociación, demandará una cifra de 10.000 expertos en Informática Forense en los próximos años, tanto en empresas como en el sector jurídico en España, debido al aumento de delitos cibernéticos.
En este contexto, la Cátedra UDIMA- ANTPJI ha puesto en marcha el Curso básico de Perito Judicial Informático, que tendrá lugar durante este mes de septiembre en el CEF -Centro de Estudios Financieros-. El Curso tiene una duración de 50 horas y es de modalidad presencial y online, impartido por reputados especialistas de la Informática Forense.
Un Perito Informático Forense es un profesional con conocimientos, habilidades y experiencia que se necesitan para ayudar en los juicios y los tribunales a esclarecer delitos cibernéticos. Los ordenadores, teléfonos inteligentes, tablets, Internet… almacenan todos los datos que se realizan, y un perito informático tiene que ser capaz de extraer las evidencias electrónicas irrefutables que sean esenciales para resolver cualquier conflicto. En muchas ocasiones, son los encargados de encontrar las pruebas de los delitos. Pero además de la rama judicial, también pueden trabajar para las grandes empresas con el objetivo de evitar espionajes, fraudes, robos de información, manipulación de datos y programas, etc., que pueden ocasionar grandes pérdidas a las compañías.
Aunque no existe una carrera de este perfil, sí hay varias posibilidades de especializarse. En este sentido, a juicio de Bahamontes, la elección de la especialidad a través de Masteres, Postgrados o Cursos de Expertos será la clave que permita diferenciar a un profesional de otro. “Muchas veces tendemos a elegir especialidades que vienen a ser una repetición de lo que estudiamos en el Grado. Por este motivo, se debe prestar especial atención al contenido de la formación y comprobar que aporta suficientes conocimientos nuevos para poder dedicarte a ello”.
En el caso del Curso básico de Perito Informático Forense de la Cátedra UDIMA – ANTPJI, algunos de los temas que se imparten son: cómo extraer y recuperar datos y evidencias electrónicas, cómo actuar y recuperar los datos perdidos, la cadena de custodia, cibercrimen, ciberataques, ciberarmas y ciberdefensa, laboratorio tecnológico forense y aplicaciones, Pentest, herramientas y programas forenses, redacción de un informe pericial, estructura y protocolo, aspectos clave de la defensa de la pericial en sala judicial, etc.
El Perito Judicial Informático debe contar con una formación universitaria que tenga un perfil técnico y tecnológico. Además, es necesario poseer conocimientos legales en Derecho Procesal Civil, Penal, Administrativo y Laboral. Es por eso que los Grados en Derecho, Relaciones Laborales, Sociología, Ingeniería Informática, Ingeniería de Sistemas de Telecomunicaciones, etc., son los más indicados antes de realizar esta especialización.
Pero además de las aptitudes técnicas y científicas, es necesario que este perfil cuente con una buena habilidad en comunicación. En la mayoría de los casos, el Perito Judicial Informático trabaja con personas que no entienden su materia. Por este motivo, es muy útil que se exprese de una forma clara y sencilla para que todo el mundo lo pueda entender. Por tanto, su formación humanística también será un plus.
Qué hacer después de la especialización
Según Ángel Bahamontes, el contacto diario con profesionales del sector, será la primera vía de entrada al mercado laboral para muchos profesionales. “Conoces a gente que ya trabaja en este campo, que pueden necesitar refuerzo para un trabajo determinado o que, incluso, te pueden orientar hacia adónde ir”.
Por otro lado, otra salida laboral, como en el caso de muchos peritos judiciales, es el autoempleo, es decir, “crearte una marca personal que venga avalada por tu credibilidad, profesionalidad y neutralidad a la hora de hacer tu trabajo, que te permita ir asumiendo casos conforme a tu prestigio”, apunta Bahamontes.
Duración y precio de la formación
Bahamontes recuerda: “el número de horas de una formación no significa que esta sea de más calidad. Un curso de 50 horas con los aspectos clave, prácticos y con la información necesaria puede llegar a ser más eficiente que otro de 800 horas en el que sólo se impartan contenidos teóricos y repetidos”.
En cuanto al precio sucede algo parecido: “que un curso sea más caro no significa que vayas a aprender más. Hay que prestar atención a otros elementos, como el prestigio del centro que lo imparte, la trayectoria de los profesionales que lo componen, etc”.
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