La Unión Sindical Obrera (USO) ha denunciado que el Sistema Nacional de Garantía Juvenil excluye a más jóvenes de los que beneficia, pues deja fuera a más de 750.000 parados de 25 a 29 años, así como a jóvenes integrados en los sistemas de educación o formación y «a los que han tenido la suerte de trabajar» en los 30 días naturales anteriores a la fecha de presentación de la solicitud.
«De esta manera, el número neto de los excluidos es mayor al de afectados», resume USO, que señala que, para el tramo de 16 a 25 años que cumpla determinados requisitos, el Sistema de Garantía Juvenil ofrece como alternativa al desempleo «un modelo laboral precarizado, que permite la contratación a tiempo parcial y de fijo discontinuo y que estandariza bajos salarios por el hecho de ser joven y desempleado».
«En definitiva, mano de obra barata con bonificaciones a las empresas que les contratan y que a los seis meses volverán a dejarles en el sitio de donde vinieron para volver a bonificarse de otra modalidad contractual», se queja USO.
El sindicato critica que el Gobierno siga «empeñado» en dar a las empresas bonificación tras bonificación para que aumente la contratación, cuando en realidad ésta crece si la empresa tiene actividad. USO cree que el Ejecutivo hace estas políticas porque «necesita mejorar los datos de paro registrado a costa de lo que sea».
Para USO, las medidas de ajuste, la falta de crédito de pymes y autónomos, el abaratamiento del despido y la bonificación de contratos precarios en la contratación no son una salida para frenar la destrucción de empleo, sino «parte del problema».
«No se puede seguir premiando la precariedad, en todo caso debería bonificarse el empleo estable, con condiciones de trabajo dignas para los jóvenes», ha afirmado el secretario de Comunicación y Formación de USO, Joaquín Pérez, que considera que con un 54% de paro juvenil, el Sistema Nacional de Garantía Juvenil llega «tarde y mal».
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