La caída del empleo en España en el primer trimestre de 2014 se sitúa en el -0,4% anual, la tasa más baja desde el comienzo de la crisis en 2007. Estos datos se extraen de la 44º edición de Índice Laboral ManpowerGroup, titulado “La lenta consolidación de la recuperación del empleo” y presentado en Madrid por Raúl Grijalba, Presidente Ejecutivo de ManpowerGroup, y Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor del estudio. Algunos indicadores del estudio constatan que, de no mediar un nuevo choque exterior en la economía, el empleo en el país podría entrar en tasas positivas de crecimiento para el conjunto del año en el primer trimestre de 2015.
En efecto, en el último año, la pérdida de ocupación se ha reducido de forma muy notable, desde el -4,1% anual en que estaba cayendo en el primer trimestre de 2013 (y una destrucción de empleo en el año que finalizaba entonces superior a los 725.000 puestos de trabajo), al -0,4% del primer trimestre de 2014 (y sólo -64.000 empleos menos). De esta forma, la dinámica del empleo indica con claridad que los efectos de la segunda recesión (verano 2011-primeros meses de 2013) se han absorbido y que la recuperación de la confianza en el futuro de la economía española se ha comenzado a trasladar al mercado de trabajo.
Esta notable reducción en la caída de la ocupación refleja, no obstante, importantes diferencias según características de los ocupados. Así, las mujeres ya reflejan una estabilización de su empleo, desde las tasas negativas de hace un año (del -3,5% al 0,0% en la comparativa interanual) frente al grupo masculino, que aún pierde ocupación, aunque a ritmos cada vez menores (-0,7% en el primer trimestre de 2014, frente al muy elevado -4,7% del primero de 2013). Igualmente, la caída del empleo en los nativos –personas nacidas en España- muestran una notable mejora pasando del -3,6% al +0,4% en el último año, frente a los nacidos fuera de España, que también han reducido su pérdida (del -6,8 en el primer trimestre de 2013 al -5,1% en el mismo periodo de 2014), aunque de forma mucho menos evidente. También aumentan los empleados de niveles educativos altos y medios, que se encuentran o están cerca de entrar en terreno de creación de empleo, en contraposición a aquellos con bajo nivel de estudios.
Junto a esta mejora en la pérdida de ocupación, la caída en el número de personas en activo también ha contribuido a la dinámica del desempleo. En el año que finaliza en el primer trimestre de 2014, el país ha sufrido una pérdida de activos del 1,8% (unos 409.000 activos menos), por una salida de la actividad de más de 480.000 activos jóvenes (de 16 a 34 años), una caída del -6,4%, y un leve aumento de los de 35 a 64 años (del 0,5%). Estos resultados refuerzan un proceso de pérdida de activos jóvenes que, desde principios de 2008, han retrocedido en un 23%, tanto por cambios demográficos como por ampliación de la escolaridad u otras alternativas de inactividad como por emigración. En cambio, el aumento en el número de personas activas de 35 a 64 años es cada vez menor y, desde finales de 2012, ya no permite compensar las caídas de los más jóvenes.
Tanto la menor destrucción de empleo como la acentuación en la pérdida de activos han contribuido a una contracción del desempleo del -5,5% en el primer trimestre del año, un total de -345.000 trabajadores, una caída en el primer trimestre que es la primera vez que tienen lugar en un período como este desde el inicio la crisis.
Las positivas señales de cambio en el mercado de trabajo se reflejan, también, en algunas de las características del empleo. Así, el asalariado ha ralentizado su caída y, de una contracción del -3,0% en el primer trimestre de 2013, se sitúa en un -0,3% en el primer trimestre de este año. Por el contrario, en contraposición a la dinámica sufrida durante toda la crisis, el autoempleo ha reducido su avance, desde un +0,2% al -0,6% en la comparativa interanual. Este detalle muestra una tendencia en alza a la contratación de personal y, sin embargo, los trabajadores por cuenta propia descienden en número.
Otro indicador que apoya la idea de una moderada confianza en las contrataciones son las variaciones del tipo de contrato realizado. En este aspecto, el contrato temporal muestra una clara mejora en relación al mismo periodo del año pasado (desde una caída intensa del -11,4% al notable aumento del 5,2%), y lo mismo sucede con el contrato indefinido, que modera su caída pasando de un -3% a un -1,9% en la comparativa del primer trimestre de 2013 y 2014.
Por otra parte, otra señal de manifiesta mejora en la confianza de las empresas sobre el futuro de la economía es la clara tendencia a la convergencia en los ritmos de cambio de las jornadas cortas y de las de mayor duración. A lo largo de la crisis, las contrataciones de jornadas reducidas –de menos de 30 horas- han aumentado un 24% (+470.000 personas), mientras que el empleo de 30 o más horas ha caído un -22,7% (-4 millones). Sin embargo, en el último año se aprecia un acercamiento entre los dos tipos de jornadas, con una importante caída en el intenso ritmo de incremento de las jornadas de menos de 30 horas. Estas últimas han pasado de aumentos del 6,3% anual en el primer trimestre de 2013 al 0,9% en el mismo periodo de 2014, mientras que las jornadas de 30 horas o más han reducido su caída (del -6,1% al -0,7% anual). Este indicador ofrece una idea más precisa del proceso de estabilidad.
Otro dato que contradice la tendencia general del periodo de recesión es el subempleo. El número de personas que deseaban trabajar más horas ha sufrido un aumento de casi el 50% (+800.000) durante la crisis, mientras que el resto de la ocupación ha caído un -23,5% (-4,5 millones). Este hecho, sin embargo, ha modificado radicalmente sus cifras en el último año, de forma que el subempleo ha pasado de aumentos del 9,6% anual en los tres primeros meses de 2013 a caídas del -4,8% en las mismas fechas de 2014. Por su parte, el resto del empleo ha pasado de contracciones del -6,2% a aumentos del +0,4% en la comparativa anual.
La comparativa de la evolución de la contratación por sectores denota que el sector servicios, que ha sufrido las mayores contracciones de empleo desde 2007, ha mejorado notablemente en el periodo enero-marzo de 2014 con un aumento del 0,3%, frente al -3,1% del año anterior. La construcción y la industria siguen en números negativos, a pesar de que esta última ha sufrido una leve contracción de desempleo con respecto al primer trimestre del año pasado (de un -5,4% a un -3,3%), gracias al crecimiento del 37% de subsectores, como son la industria química-farmacéutica, la industria alimenticia, material de transporte y minerales no metálicos.
Dentro del sector terciario, atendiendo a la base económica, el empleo privado ha sufrido una leve mejora en la comparativa anual, pasando de un -1,6% a un -0,3%. Las ramas que han mejorado notablemente han sido hostelería (de -3,1% a +3,4%), transportes (de -5,7% a +2,7%), finanzas (de -1,4% a +4,2%) y actividades recreativas (de -0,1% a +1,2%). El comercio sigue contando con pérdidas en la contratación (de -1,7% a -0,9% en la comparativa anual), al igual que los servicios a empresas (de -1,1% a -2,4%) y el servicio doméstico (de +3,2% a -5,1%).
En los servicios colectivos, denominación que engloba administraciones públicas, Seguridad Social, Defensa, educación y sanidad (estas dos últimas tenidas en cuenta por contar con servicios tanto públicos como privados), el crecimiento es incluso más notable que en los servicios privados. La tasa interanual de contratación ha subido de un -6,4% a un +1,6% en la comparativa entre el primer trimestre de 2013 y el mismo periodo de 2014. La Administración Pública y los servicios sanitarios y sociales muestran crecimientos importantes, situándose en un -0,5% y un +5,5% respectivamente, y la educación muestra una contracción algo más leve pero importante, alcanzando el -0,7% en el primer trimestre del año. fondo en el mercado laboral español.
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