La franquicia se ha convertido en un importante reclamo para la conseguir aumentar el empleo en España. Fomentar la empleabilidad en nuestro país es imprescindible para conseguir revertir la complicada situación por la que atraviesa el empleo en España.
El sistema de franquicia es un modelo de emprendimientos muy flexible que permite a los emprendedores conseguir y alcanzar cotas de rentabilidades muy destacables y obtener de esta forma una mejora significativa en el empleo.
Una de las grandes ventajas del sistema de franquicias a la hora de crear empleo es la flexibilidad que conlleva este sistema o modelo de negocio. Existe la fórmula de autoempleo, muy utilizada actualmente por aquellos pequeños emprendedores que se quedan en el paro y que deciden lanzarse al mundo empresarial con una pequeña enseña que requiera de poca mano de obra y de una inversión no muy elevada a la que hacer frente, y por otra parte está la fórmula de unirse a una franquicia que suponga una mayor inversión y que requiera de más mano de obra con lo que se generarían nuevos puestos de trabajo, tan necesarios actualmente en nuestra sociedad.
Para lanzarse al mundo de las franquicias hay que tener en cuenta, por parte del emprendedor, una serie de claves o de pautas que seguir para obtener el mayor éxito posible. Por una lado, el emprendedor debe tener claro cuáles son sus gustos personales (dependerá en gran medida el sector por el que apostar), perfil profesional (debe tener en cuenta la formación que se tenga para saber qué sector se acerca más a sus conocimientos) y por último, capacidad económica (tal vez el requisito o la clave más importante para el emprendedor que quiera poner en marcha un negocio porque conocerá cuáles son limitaciones reales).
En suma, el modelo de franquicias en España se ha convertido en una válvula de escape para la generación de empleo, aunque es necesario que siga creciendo y que haya un mayor apoyo de las Administraciones Públicas.
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