Dada la complicada situación económica y laboral de las familias y, especialmente, de los más jóvenes en este último año, la inversión en educación se ha convertido en un factor clave dentro del mercado profesional. Un nuevo escenario con mucha demanda y cada vez más competitivo, ya que exige una mayor formación y especialización de los candidatos.
Durante el curso 2019-2020, el gasto total de los hogares en materia de educación fue de 19.811 millones de euros, según la encuesta de Gasto de los Hogares en Educación publicada por el INE. De esta cifra, el 79,7% estuvo desembolsada en servicios educativos, y el 20,3% restante para bienes adquiridos relacionados con la educación. Además, según los datos del Ministerio de Educación la demanda demásteres online y postgrados ha aumentado más de un 300% en los últimos meses, tanto por la flexibilidad que ofrece, como por la necesidad de las personas de adaptar sus conocimientos al mercado laboral.
La financiación de servicios educativos crece un 70% entre los menores de 30 años
Cada vez son más quienes recurren a centros privados para formarse y reforzar sus conocimientos con cursos profesionales y másteres. El esfuerzo económico que las familias y alumnos hacen para acceder a este tipo de formación hace que cada vez sean más las personas que recurran a nuevas modalidades de pago para la contratación de productos o servicios educativos. De hecho, la financiación en esta área ha crecido un 70% principalmente entre los menores de 30 años desde que empezara la pandemia, según datos de Nemuru, plataforma tecnológica que conecta entidades bancarias, empresas y consumidores para gestionar préstamos 100% online y omnicanal.
Asimismo, la solicitud de financiación por parte de perfiles profesionales se ha incrementado, siendo ventas, tecnológico, comercial y personal administrativo los perfiles laborales que más la demandan para ampliar los estudios. Los bootcamps son los cursos que lideran la solicitud de préstamos de estudios y con importes más elevados, aumentando 74% durante este periodo.
Las posibilidades de financiación del cliente aumentan la demanda en el sector educativo
La flexibilidad a la hora de ofrecer el pago financiado y el acceso a préstamos a los alumnos es clave para que los centros educativos privados, de formación profesional y bootcamps puedan generar negocio, algo primordial en estos días. “El pago a través de financiación es algo a lo que cada vez recurren más personas para poder tener acceso a formación de más importe, así como para llevar a cabo una formación continua, que potencia sus conocimientos a lo largo de la carrera profesional, bien para mantener el empleo, para encontrar nuevas opciones de trabajo. Estamos observando en la demanda de nuestros servicios que, si los centros educativos pueden ofrecer financiación inmediata a sus alumnos o a las familias esto les ayuda a aumentar un 30% el negocio” explica Pere Monras, CEO de Nemuru.
Nemuru acaba de diversificar su negocio para acercarse al sector educativo con el objetivo de que la formación sea alcanzable para todos y reducir así las barreras de acceso. Ofrece un proceso 100% online, acompañando a las escuelas en su ya presente transformación digital, ofreciendo financiación de hasta 30.000€ a devolver en plazos de hasta 36 meses, incluso después de haber terminado el curso, aunque actualmente la media de los plazos de los préstamos se ha mantenido en 24 meses.
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