En un entorno laboral cada vez más consciente de la importancia de la salud mental, los directivos desempeñan un papel clave, no solo en la gestión operativa diaria, sino también en la creación de un clima organizacional que promueva el bienestar emocional de todos los colaboradores. Bajo esta premisa, la Guía Hiscox de Liderazgo Saludable para Directivos, elaborada por Hiscox, compañía aseguradora, en colaboración con Mentevita, consultoría psicológica especializada en empresas y problemas laborales, identifica las principales pautas y prácticas necesarias para saber cómo actuar de manera adecuada ante situaciones de vulnerabilidad emocional tanto para los propios líderes como para sus equipos.
Pautas de actuación para líderes ante problemas de salud mental
En primer lugar, tal y como se desprende de la guía, es de gran relevancia superar el estigma asociado a los problemas de salud mental, dado que su reconocimiento permite reducir el malestar vinculado al temor al rechazo y eliminar las barreras que impiden adoptar su abordaje. Asimismo, subraya la necesidad de activar una red de apoyo, buscando tanto el respaldo de personas de confianza como el asesoramiento profesional de especialistas, ya que contribuye a fortalecer las estrategias personales de manejo emocional y a adquirir los recursos necesarios para gestionar la situación.
Por último, también cabe destacar la necesidad de realizar cambios sustanciales para cuidar la salud mental, tales como la reevaluación de las demandas laborales y personales, la reorganización del trabajo, el establecimiento de nuevas prioridades, el ajuste de expectativas y la delegación de tareas cuando se considere pertinente para así poder gestionar su salud mental y física de manera más efectiva, asegurando una mejor adaptación a sus circunstancias y un mayor equilibrio entre las demandas profesionales y personales.
Prácticas de liderazgo para apoyar la salud mental de los equipos
Por su parte, y con respecto a la salud mental de los equipos, entre las prácticas de liderazgo más destacadas se encuentra la monitorización de la salud psicológica de los empleados a través de la implementación de herramientas como evaluaciones de riesgos psicosociales, reuniones periódicas y encuestas de estrés. De hecho, fomentar un ambiente de confianza donde los empleados puedan expresar sus dificultades es fundamental para prevenir situaciones de crisis.
A su vez, resalta la importancia del acompañamiento continuo y respetuoso a los empleados afectados, protegiendo su confidencialidad y ofreciendo apoyo durante sus procesos de baja o rehabilitación. Esta cercanía también debe extenderse al retorno al puesto de trabajo, facilitando una reintegración gradual que se adapte a las necesidades individuales a partir del ajuste de tareas, horarios y responsabilidades con el objetivo de garantizar una transición laboral sin presiones. En última instancia, enfatiza el asesoramiento especializado para llevar a cabo estas prácticas de forma efectiva, garantizando un enfoque profesional y favoreciendo una gestión integral del bienestar en la organización.
«Para Hiscox, esta guía representa un paso adicional en nuestro firme compromiso de velar por el bienestar integral de los líderes y sus organizaciones, asegurando su estabilidad y crecimiento a largo plazo, especialmente en un entorno social y económico tan complejo como el que vivimos hoy”, afirma David Heras, director General de Hiscox España.