Según datos que maneja Ringover.es, la solución líder de comunicación omnicanal para empresas, casi la mitad de los españoles en activo reconoce sufrir estrés relacionado con su trabajo a diario y casi siete de cada diez lo sufren al menos una vez a la semana. Saber manejar a un jefe altamente exigente es una manera de evitar que esta situación nos llegue a afectar, tanto en el plano profesional como en el personal.
Identificar si nuestro jefe es exigente es el primer paso para conseguir una buena relación laboral. Los expertos de Ringover.es señalan algunas de las características que nos permiten saber que estamos ante una persona con una alta demanda profesional:
- Altos estándares de rendimiento
Un jefe muy demandante siempre espera lo mejor de su equipo y tiene expectativas muy altas en cuanto a la calidad y cantidad de trabajo entregado. Su actitud se orienta a la excelencia y espera que todos los miembros de su equipo mantengan estos altos estándares.
- Atención al detalle
Cada aspecto del trabajo es revisado minuciosamente y espera que los empleados sean igual de meticulosos y aspiren a la perfección.
Patricia Mampel, Responsable de marca y contenidos de Ringover en España apunta que: »Saber manejar a un jefe exigente puede convertirse en una oportunidad en la carrera de cualquier profesional. Es cierto que al principio puede costar adaptarse a su ritmo pero, una vez se ajustan expectativas y estrategias, el trabajo diario será mucho más eficiente, optimizando tiempo y esfuerzo».
Consejos para manejar a un jefe exigente
Saber manejar a un jefe muy demandante y meticuloso de manera efectiva no es difícil, pero exige un cierto esfuerzo. Cuanto antes se comience a definir la forma de relación entre el superior y el empleado, mejores expectativas de éxito tendrá la relación. Los expertos de Ringover.es apuntan estos consejos pueden ayudar a tener una relación laboral fluida:
- Comunicación clara y frecuente
Es necesario que el empleado mantenga una comunicación abierta y regular con su jefe, informando sobre su progreso, los obstáculos que ha encontrado en la tarea encomendada y los resultados obtenidos. La comunicación fluida denota compromiso y reduce la posibilidad de malentendidos.
- Aceptar la crítica constructiva
Para ganarse el respeto y la confianza del jefe hay que tomarse sus comentarios críticos como oportunidades para mejorar. Además, conviene preguntar abiertamente qué puedes hacer para mejorar tu trabajo.
- Priorizar y gestionar el tiempo eficientemente
Con tantas y tan altas expectativas, es crucial priorizar tus tareas y gestionar el tiempo de manera efectiva. Usar herramientas de organización como listas de tareas y calendarios ayuda a cumplir con las demandas y los plazos establecidos, demostrando que puedes manejar la carga de trabajo.
- Mostrar proactividad
Hay que anticipar las necesidades del jefe y tomar la iniciativa en proyectos y tareas, lo que demuestra la capacidad para trabajar de manera independiente.
- Mantener una actitud positiva
A pesar de la presión, es importante mantener una actitud positiva y enfocada en soluciones. Esto no solo mejora el ánimo del empleado, sino que también puede influir positivamente en la percepción que el jefe tiene de él.
- Buscar feedback regularmente
No hay que esperar a las evaluaciones formales para recibir retroalimentación. Es mejor que el trabajador solicite la opinión de su superior regularmente para asegurarse de que está cumpliendo con sus expectativas.