Sólo el 2% de las 500 mayores firmas de Estados Unidos están dirigidas por ejecutivas. Pero crece el número de mujeres en el mundo de los negocios
Aunque se han producido importantes avances en los últimos tiempos, el número de mujeres que ocupan cargos ejecutivos en las grandes empresas norteamericanas es todavía mínimo.
De acuerdo con el más reciente estudio de Catalyst, una organización dedicada a promover a las mujeres en el lugar de trabajo, solamente el 6% de los ejecutivos en las principales 500 empresas son mujeres.
Diferencias
La incorporación del sexo femenino a los puestos de poder en las grandes compañías va a paso lento, a pesar de que el número de mujeres que cursan maestrías en administración de empresas y estudios afines no ha parado de crecer en los últimos años.
En la cúpula de estas firmas la situación es todavía peor, según este informe, ya que solamente el 2% de los puestos lo ocupan mujeres.
En lo que se refiere a los cargos de administración de las empresas que forman la lista de las 500 mayores del país, las mujeres ocupan el 14.7% de las posiciones.
Pero 53 compañías no tienen ni una mujer en su consejo, mientras que 182 tienen solamente una, prueba de que los órganos directivos siguen siendo coto masculino.
Excepciones
En los últimos meses se produjeron algunos hitos, como la incorporación de Irene B. Rosenfeld al frente de Kraft Foods; de Patricia A. Woertz como directora ejecutiva del gigante químico Archer Daniels Midland o de Indra Nooyi en PepsiCo.
Muchas mujeres abandonan sus carreras, voluntariamente o no, para centrarse en la familia, mientras que otras acaban en puestos que no llevan a ningún sitio, según Ilene H. Lang, presidenta de Catalyst.
“Las mujeres tienen más del doble de posibilidades que los hombres de terminar en puestos no ejecutivos como recursos humanos y comunicaciones” que pocas veces sirven como trampolín, señala Lang.
Lang y otros expertos señalan que uno de los principales obstáculos es la propia configuración masculina de los ejecutivos, que actúa como barrera.
“Los hombres en el Consejo de Dirección y los hombres al frente de las empresas eligen a otros con los que se sienten más cómodos, es decir, otros hombres”, dice Lang.
Polémica
Algunas mujeres argumentan que el hecho de que se difundan estas cuestiones no es positivo, y que sólo se obtendrá la igualdad cuando la incorporación de una mujer a un puesto de responsabilidad deje de ser noticia.
“Si el asunto no se toca, la situación empeorará todavía más”, señaló Carol Bartz, ex presidenta ejecutiva de la firma de software Autodesk, en declaraciones al diario “The New York Times”.
Bartz, de 58 años, cree que una de las razones por las que solamente el 2% de las principales compañías estén lideradas por mujeres es, precisamente, lo poco que se ha discutido el asunto.
Por otra parte, ser mujer e hispana complica todavía más las cosas, reveló Catalyst tiempo atrás en un estudio que confirma que para las hispanas es mucho más difícil que las anglosajonas a la hora de escalar la escalera corporativa.
No obstante, muchas mujeres confían en que el año entrante, cuando la Cámara de Representantes de EE.UU. esté presidida por Nancy Pelosi, y la senadora Hillary Clinton pudiera convertirse en la primera candidata demócrata a la presidencia del país, insufle nueva vida femenina a las empresas.
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