Metrovacesa convocó el pasado 10 de enero su primer consejo de 2.007 donde su presidente Joaquín Rivero, dentro del punto tercero del orden del día: retribuciones a consejeros ejecutivos y blindajes directivos-secretario, solicitó un aumento salarial y un blindaje por un máximo de cuatro años para él y la alta dirección de la compañía, según fuentes del sector.
El consejo no se pronunció y aplazó su decisión hasta la siguiente reunión fijada para el 29 de marzo, fecha en la que la inmobiliaria formulará las cuentas del primer trimestre del año.
Lo que sí se aprobó en el consejo por unanimidad es el sillón que ocupará desde ahora José Manuel Lara en Metrovacesa en sustitución de Bancaja, tras vender su porcentaje en la inmobiliaria a la familia catalana.
Los dueños de Planeta, a través de su sociedad Inversiones Hemisferio, adquirieron a Bancaja el 5,18% que la entidad bancaria mantenía en la inmobiliaria el pasado 15 de diciembre por 632 millones de euros.
Condenados a entenderse
La entrada de Lara en el capital de Metrovacesa se entiende, según fuentes del mercado, como el elemento conciliador entre los dos grandes accionistas de la compañía, que durante siete meses se han visto sumergidos en una batalla de OPA por hacerse con el control de la inmobiliaria. Rivero y su socio en la OPA, Bautista Soler, tienen un 36% del grupo; mientras que la familia Sanahuja concentra un 39,61% de Metrovacesa.
Otras fuentes apuntan que la entrada de Lara genera una incertidumbre acerca del futuro de la cúpula directiva de la inmobiliaria. Todavía no está claro si la llegada de la familia catalana hará de puente entre Rivero y los Sanahuja o decantará la balanza en uno u otro sentido. Lo que parece claro es que el presidente y los máximos accionistas están condenados a entenderse por el bien de la compañía.
En el consejo, Lara reiteró su compromiso de apoyar la gestión de Rivero y sus buenas relaciones con la familia Sanahuja al ser socio de Sacresa, inmobiliaria de los Sanahuja, en varios proyectos realizados en Barcelona. Juntos han desarrollado el centro comercial Las Arenas y un proyecto en Finistrelles, aunque la familia Lara ya no tiene ninguna participación en estos proyectos inmobiliarios.
Fuentes del mercado apuntan que la solicitud del blindaje por parte de Rivero es lógica para asegurarse una estabilidad tanto para él como para su equipo si en un futuro la gestión de Metrovacesa cambia de manos.
Entre otros puntos que se trataron en el orden del día, el consejo de administración aprobó un dividendo a cuenta para el accionista que se hará efectivo el próximo 31 de enero, de un euro por cada acción y una ampliación de capital liberada que se ejecutará el próximo 20 de enero. La ampliación de capital se basa en dar una acción gratuita por cada veinte acciones.
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