Cajasur ha aprobado por unanimidad de su consejo, reunido en una larga sesión extraordinaria, una remodelación de su cúpula que confirmó la próxima salida por jubilación del director general, José Ruiz, y la del jefe de los Servicios Jurídicos, Diego Jordano, cuya dirección general ha sido suprimida en el nuevo organigrama.
Según confirmaron fuentes de la caja, también dejarán sus puestos por jubilación Gonzalo Polo, jefe de auditoría, y Manuel Cuadrado, responsable del área técnica, mientras que el director comercial, Antonio Prieto, es trasladado a la empresa participada Creusa y será sustituido por el actual jefe de inversiones, Antonio Cruz-Conde. En su lugar se nombra a otro directivo de la casa, José Manuel Bejarano. Ruiz, Polo y Cuadrado permanecerán en calidad de asesores durante los meses que les restan para alcanzar la edad de jubilación. En cuanto al área técnica que deja Cuadrado, el consejo de Cajasur decidió posponer su sustitución hasta encontrar fuera de la entidad un ejecutivo apropiado para este cargo. Este fichaje exterior se sumará a la única incorporación a la casa que aprobó la caja, la del nuevo jefe de los servicios jurídicos Francisco Paniagua, que sustituye a Diego Jordano, que deja la entidad con acuerdo laboral y una póliza de más de dos millones de euros.
El resto de los cambios, que han afectado a unos 15 directivos y han supuesto la mayor reordenación en la historia reciente de la caja desde la fusión que protagonizó a primeros de los años 90, se han resuelto con los antiguos directivos de la caja, que han cambiado de departamento.
Este es el caso del nuevo director general único, que llega al nuevo cargo desde su puesto de interventor. José Antonio Arcenegui, de menos de 40 años, cumple con la premisa que buscaba la caja de realizar un cambio generacional de la cúpula directiva. Arcenegui llegó al cargo de interventor en 2002 después de un polémico episodio del que se derivó un cambio de puesto para su antecesor, Gonzalo Polo, y la fulminante salida de la caja del entonces director general Ildefonso Pastrana. Ambos se negaron a dar el visto bueno para la póliza de casi tres millones que cobró el ex presidente Miguel Castillejo.
Según fuentes de Cajasur, con esta 'renovación total' se moderniza la estructura de la caja adaptándola al modelo de otras cajas de su tamaño, además de ofrecer 'garantías' al Banco de España de que se cumplirá con los procedimientos legales y no se incurrirá en nuevas irregularidades como las que han obligado a abrir una auditoría interna.
Los socialistas controlarán el holding
Junto a los cambios directivos, la caja cordobesa controlada por la Iglesia dio vía libre a una reordenación de competencias donde se pretende reforzar los controles internos para evitar nuevas irregularidades como las detectadas por el Banco de España en la gestión del ex director general Francisco Jurado. Las empresas participadas, el área que ha provocado los requerimientos del supervisor y que protagonizó la primera destitución de esta crisis en la persona de Francisco Rodríguez, ha quedado en manos de un antiguo directivo de la caja mano derecha del nuevo director general, José Luis López Criado. Pero el holding empresarial será supervisado directamente por el vicepresidente ejecutivo de Cajasur, el socialista Salvador Blanco, que cogobierna la entidad junto al sacerdote Santiago Gómez Sierra tras el acuerdo Junta-Iglesia. En la redistribución de funciones el vicepresidente tercero, Juan Ojeda (PP), asumirá la responsabilidad de la comunicación que ostentaba Jordano. Fuentes de Cajasur destacan que el nuevo organigrama ha sido una propuesta de Arcenegui respaldada por todo el consejo.
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