Si usted es un directivo de una gran empresa cotizada y quiere adquirir acciones de la compañía pero no tiene liquidez suficiente, no se preocupe. Ahí está el Banco Sabadell, que le presta el dinero que necesite sin problemas y en el mismo día. Más rápido que los créditos express que inundan la publicidad de las mañanas televisivas.
Rafael Montes, consejero delegado de FCC, estrenó esta línea de crédito para VIPs el viernes pasado. Montes adquirió 4.246 títulos de la constructora valorados en 297.474 euros, que consiguió gracias a esta financiación especial diseñada por Juan María Nin, consejero delegado del banco catalán, según fuentes conocedoras de la operación. Llamada por la mañana al banco, visita de un agente a domicilio –faltaría más- para echar la firmita de rigor y asunto concluido.
Las garantías del préstamo son las propias acciones compradas, es decir, el sistema habitual que han seguido las grandes constructoras españolas para entrar en el sector energético: Acciona en Endesa, ACS en Iberdrola o Sacyr en Repsol.
Tampoco es nuevo el modelo en el caso de los altos directivos. Aquí se lleva la palma Florentino Pérez, que ha adquirido acciones de ACS valoradas en cerca de 500 millones de euros en los últimos cinco años mediante préstamos respaldados por las propias acciones (el patrimonio de Pérez no le permitía ni de lejos inversiones de esta magnitud).
¿Qué pasa cuando la bolsa baja?
Este sistema de financiación es extraordinario cuando las acciones suben en bolsa. De hecho, las alzas de la cotización permiten ampliar el crédito para comprar más acciones, y así sucesivamente. El problema, claro está, llega con las bajadas bursátiles. Los títulos adquiridos valen menos que el préstamo concedido, lo que fuerza a los directivos implicados en esta operativa a aportar garantías adicionales –normalmente de su propio patrimonio personal- o a vender parte de las acciones compradas. Con pérdidas, por supuesto.
En cualquier caso, el banco asume un gran riesgo con esta financiación. Por eso llama muchísimo la atención que el Sabadell se lance a financiar estas compras de acciones justo cuando pintan bastos en bolsa, en especial para las constructoras. En el caso concreto de Montes, FCC sufrió un bajonazo del 10,16% la semana pasada, lo que deja el saldo acumulado en 2007 en una caída del 10,69%.
Cada vez más voces critican la excesiva prodigalidad de los bancos como causa de las múltiples burbujas que vivimos en nuestro país: la inmobiliaria, la de las operaciones corporativas, la del capital riesgo… Siempre hay una entidad dispuesta a prestar el dinero aunque el riesgo sea muy alto. Basta con alargar los plazos de amortización de las hipotecas o sindicar los grandes créditos y asunto concluido. Lo que haga falta con tal de que los beneficios crezcan por encima del 20% anual, cosa que consiguieron en el primer trimestre BBVA, Santander y el propio Sabadell (que disparó su beneficio el 52%, a la sazón).
Pero si el precio de la vivienda empieza a bajar y las cotizaciones de constructoras e inmobiliarias (y del resto de la bolsa) siguen cayendo, más de una entidad puede pagar cara esa generosidad.
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