Parece que dedicarse con éxito a la Banca garantiza unos ingresos astronómicos de por vida. Según un ranking elaborado por Actualidad Económica con los datos de empresas cotizadas en la Bolsa española, tres banqueros, de BBVA y Banco Santander, fueron los directivos españoles con el salario más alto durante 2006.
Quien lidera esta económica lista es el presidente del BBVA, Francisco González, que tiene el honor de ser el directivo mejor pagado de España al haber ingresado en su cuenta corriente la nada despreciable cifra de 9,7 millones de euros durante 2006.
Aunque su salario real es de 1,7 millones de euros, Francisco González se embolsó 5,3 millones adicionales al cumplir los objetivos propuestos por la empresa bancaria.
Ejecutivos
Entre los reyes de la banca se han colado dos ejecutivos, Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, y Mauricio Carlotti, de Antena 3, en segundo y tercer puesto respectivamente de la lista, tras lograr también los objetivos previstos por sus empresas.
Carlos Pérez de Bricio Olariaga (Presidente de CEPSA) o César Alierta (Presidente de Telefónica) son algunos de los directivos que mejor llegan a final de mes.
El más rico
Curiosamente, la persona más rica de España, Amancio Ortega, el presidente de Inditex, solo cobra 600.000 euros por su labor al frente del mayor grupo europeo de distribución textil y el segundo del mundo, tras el estadounidense Gap.
Esto se explica porque un incremento salarial del presidente la empresa textil aumentaría los gastos de Inditex y repercutiría negativamente en el beneficio neto del grupo. Concretamente, lo reduciría en 2,15 millones de euros, hasta 999,39 millones, con las cifras del ejercicio cerrado el pasado enero.
Eso sí, se estima que los beneficios de la empresa, al poseer el 59% de las acciones, le reportarían más de 2.500 millones de euros anuales.
ACS
El ex presidente del Real Madrid ha pasado en tres años de poseer un poco más del 5,057% de la constructora ACS (porcentaje valorado entonces en 295 millones de euros) a tener el 11% de la empresa (unos 1.815 millones de euros).
El presidente de ACS ha podido costearlo en parte gracias a los crecientes dividendos que reparte su compañía, que se han triplicado en estos últimos tres años.
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