A Josep Bagué, director general de Applus en expectativa de destino, la venta de la compañía le va a resultar un negocio redondo. El fondo estadounidense de capital riesgo Carlyle, como nuevo propietario de la multinacional española de certificación y servicios tecnológicos, ha decidido prescindir de este ejecutivo que fue quien lideró todo el proceso de desinversión y que ahora va a percibir la indemnización de dos anualidades más una parte alícuota del incentivo de 2,6 millones de euros que se reparten un total de quince directivos.
Bagué llegó a Applus procedente del Agbar después del fracaso del primer intento de venta a Candover, sociedad también de capital riesgo, en el verano de 2006. El nuevo proceso de subasta que dio lugar al acuerdo final con Carlyle se ha prolongado durante un año y la operación está ahora pendiente del «closing», que se hará efectivo cuando el comprador desembolse el pago de 1.020 millones y asuma compromisos de deuda por otros 460 millones.
El desarrollo de la operación está totalmente asegurado aunque fuentes conocedoras del acuerdo señalan que Carlyle ha observado un cierto «esmero» por parte del equipo directivo de Applus a la hora de maximizar el precio, lo que ha motivado la desconfianza en el citado director general que dejará la compañía a mediados del próximo mes. De hecho, Bagué ya no figura en el nuevo organigrama difundido por el consejero delegado de Applus, Joaquín Coello, quien ha designado dos nuevos directores generales de su plena confianza, como son Manuel Rodríguez para Operaciones y Tecnología, y Jorge Lluch, para Desarrollo de Negocio. Además Coello ha situado a su primo Jordi Brufau al frente de una nueva división de Laboratorio y Certificación.
El director general saliente dejará la compañía en noviembre y todo hace indicar que volverá a Agbar, en concreto a la filial de aguas Sorea, que fue la que le proporcionó la excedencia para pilotar la venta de Applus.
Compra en Noruega
Applus + RTD, la división de Applus especializada en inspecciones y ensayos no destructivos en sectores petroquímicos y energéticos, anunció ayer la compra de la compañía noruega RMI dedicada a la misma actividad, con el fin de fortalecer su posición en la zona y convertirse en uno de los líderes del mercado. El equipo directivo de la firma nórduca permanecerá en sus puestos.
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