Rugen los motores. La crisis de las hipotecas, la subida del 5% de la barra de pan, el precio de la leche o del aceite no parecen problemas tan importantes cuando se tiene entre manos 2.700 cc y 200 cv de potencia, preparados para convertir a sus propietarios en los reyes de la carretera. Al menos así piensa el reducido grupo de personas que forman el exclusivo mundo del glamour y el lujo. Los altos ejecutivos buscan juguetes de alta gama y el sector automovilístico se ha convertido en el favorito de aquellos que suman varios ceros en su cuenta corriente.
Porsches, Maserattis, Corvettes… hacen las delicias de unos pocos privilegiados. Si bien es verdad que hay quien defiende que son caprichos al alcance de todos aquellos que ‘aman los coches’, como explica Juan Da Silva, de Luxus Sport Car, lo cierto es que conducir una de estas maravillas durante un día entero no es asumible para todos los bolsillos –unos 500 euros por día de alquiler-.
Para los que si pueden permitírselo existen numerosas fórmulas a la hora de ponerse al volante de uno de estos coches de gran lujo. Sin embargo, dejando aparte los sistemas tradicionales –alquiler, compra, etc- lo que triunfa entre los altos ejecutivos es el ‘gentlemandriver’, un concepto revolucionario basado en un sistema de puntos importando de Inglaterra, donde tiene una gran aceptación entre los ‘habitantes’ de la City londinense.
A cambio de una cuota fija de acceso, que ronda los 6.000 euros, y una suscripción anual variable que puede rondar los 30.000 euros, los miembros de este selecto ‘club’ obtienen una ‘chequera’ que canjean por coches deportivos o clásicos. La cantidad de puntos a ‘abonar’ depende del producto elegido, el número de días y la temporada del año.
“Es la cultura de moda”, explica a Cotizalia.com Blas Vives, secretario general de la Federación de Concesionarios (Faconauto). “Ya funciona muy bien en el Reino Unido, lo pusieron en marcha los grandes grupos de concesionarios que cotizan en bolsa” asegura, “una solución porque tampoco es que con el Ferrari puedas ir todos los días, con lo que tienen el BMW serie 5, por ejemplo, para diario, y sacan el Ferrari el fin de semana para viajar”. De esta forma, aquellos que pueden, tienen la posibilidad de acceder a los mejores automóviles del mundo, de un modo flexible, cómodo y variando de modelo en función de lo que ‘les pide el cuerpo en cada momento’.
La crisis financiera también ha llegado al coche de lujo
A pesar de lo que pueda parecer, los acaudalados ejecutivos no viven por encima del bien y el mal, y las turbulencias financieras también afectan, aunque en menor medida, a su ‘economía doméstica’. Dejando aparte a los super-ricos –otra raza-, existe un extracto, más amplio, que engloba a quienes tienen rentas entorno a los 60.000 euros anuales. Estos son también consumidores de vehículos de lujo, aunque, en muchas ocasiones, se acogen a formas diferentes de pago que los primeros: la financiación.
“Hay clientes que ganan mucho dinero pero también gastan mucho… tienen una hipoteca de 4.000 euros, llevan a sus hijos a colegios privados, viajes, cenas… y se acogen a la financiación”, asegura José Luís Menéndez, de Servauto, a Cotizalia.com. Y claro, si las hipotecas suben y los tipos de interés suben, las ventas disminuyen. De hecho, el 85% de estas se realizan mediante el pago a plazos.
Por otro lado, en las épocas en las que las circunstancias económicas obligan a abrocharse el cinturón, el primer bien del que se prescinde es el coche. Así, el pasado mes de septiembre, la venta de vehículos descendió un 7,6%. Si es cierto que del total de coches vendidos, los deportivos de alta gama representan el 0,61%, mientras que las berlinas de gran lujo suponen el 0,37%. En cualquier caso, no deja de ser significativo que las ventas de estos últimos hayan caído un 35,59% en septiembre y un acumulado del 15,22% en lo que va de año.
Coches para ejecutivos exigentes, no caprichosos
No se puede confundir la exigencia con el capricho, los usuarios de este tipo de vehículos de ensueño son “exigentes, no caprichosos ni extravagantes”, afirma Gigi Corbetta, director de Comunicación de BMW, “buscan una alta fidelidad y no les importa esperar el tiempo necesario para conseguir la perfección”.
Cuando se habla de coches de super lujo la primera imagen que llega a la mente es la de un descapotable de gran cilindrada, un Porsche o un Ferrari. Sin embargo, hay modelos en marcas como mercedes o BMW que combinan exclusividad –la serie 6 de BMW supera los 82.000 euros- con elegancia.
En el caso de esta última, todos sus compradores tienen un punto en común “el usuario de BMW es un hombre de mediana edad, 40-50 años, con espíritu juvenil, dinámico y una alta posición social”, asegura Corbetta. Sin embargo, cada empresa tiene su propio perfil de clientes y su forma de describirlos. Según fuentes de Mercedes Benz, “cuanto más caro es el coche con más extras se pide… muchos caprichos”.
Hombres emocionales, mujeres prácticas
Para analizar el perfil de los compradores de coches con alto poder adquisitivo hay que romper con los estereotipos. Las mujeres están pisando fuerte en el mundo empresarial y, poco a poco, se están equiparando a los hombres en cuanto a ganancias y puestos de responsabilidad.
Sin embargo, presentan comportamientos muy diferentes a la hora de invertir en motor. Se cambian los papeles, los hombres se vuelven emocionales y las mujeres prácticas. Si bien es verdad que, cada vez más directivas conducen coches de lujo, estas prefieren un producto que ofrezca un buen servicio antes que un vehículo deslumbrante, “no se guían de la misma forma por sus emociones. A diferencia de los hombres, son más conscientes, más maduras”, afirman fuentes del sector.
En cualquier caso, hombres o mujeres, jóvenes o mayores, existen dos puntos en común que son indiscutibles para poder conducir estos tesoros de la carretera: el dinero y el amor por el motor.
María Igartua
http://www.cotizalia.com/cache/2007/10/12/26_motor_complacer_caprichos_ejecutivos_exigentes.html
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