José Manuel Entrecanales, heredero de una saga de constructores que comenzó su abuelo en 1931, ha reinventado el negocio familiar con su entrada en Endesa, consecuencia no sólo de su visión empresarial sino de su pasión por el medioambiente y su decidida apuesta por las energías limpias.
Esa filosofía se enmarca en el lema adoptado por la compañía, 'Pioneros en desarrollo y sostenibilidad', después de que Entrecanales asumiera el mando.
De hecho, Acciona -nacida en 1997 de la fusión de Entrecanales y Tavora con Cubiertas y Mzov- no comenzó a tener relevancia nacional e internacional hasta su ascenso a la presidencia en 2004.
En los cuatro años que lleva al frente de Acciona ha demostrado que no era sólo el hijo del dueño, sino que contaba con las aptitudes necesarias para situar a la compañía en el décimo segundo puesto del Ibex-35, circunstancia que no ha impedido que el grupo siga teniendo un marcado carácter familiar.
No obstante, en los últimos meses Acciona ha contado con una destacada presencia en los medios de comunicación como consecuencia de su irrupción, de la mano de Enel, en la pugna por Endesa.
Pese a que esta batalla ha estado excesivamente politizada desde el primer momento, Entrecanales ha conseguido escapar a las críticas gracias a una operación que en apariencia satisface a todos.
Sin embargo, en algunos círculos se interpretó la incorporación a la dirección de Acciona del ex ministro popular Pío Cabanillas como un intento por distender las relaciones con el PP, enfriadas por la entrada de Entrecanales en una operación en la que los populares ven la mano del Gobierno socialista.
Frente al éxito de esta operación, en el currículo de Entrecanales queda el intento fallido de crear un gigante de la construcción junto con FCC, con cuya principal accionista, Esther Koplowitz, no consiguió llegar a un acuerdo que les permitiera compartir el control de la compañía.
Posiblemente este fracaso, unido a su pasión por las energías renovables y al inicio de un cambio de ciclo en el sector de la construcción, hicieran al presidente de Acciona cambiar de estrategia y optar por la diversificación de negocios.
En la actualidad, la compañía no sólo está presente en los sectores de la construcción y la energía, sino que también se ha afianzado en el sector inmobiliario y en el de servicios (logísticos, transporte, urbanos y medioambientales).
En lo personal, sus apariciones públicas hacen pensar que tras el hombre de negocios seguro de sí mismo se esconde una persona reservada y algo tímida que no se desenvuelve con soltura ante la prensa especializada, salvo cuando ejercía como presidente de Vodafone. Los periodistas que le trataron en aquella época, antes de ser nombrado en 2004 máximo responsable de Acciona, le recuerdan como una persona accesible y de trato agradable.
Al margen de los negocios, este empresario de 44 años está comprometido con la responsabilidad de su compañía con la sociedad y el entorno en el que desarrolla su actividad, razón por la que se apunta a casi todos los foros sobre esta materia.
Asimismo, ostenta la presidencia de la Fundación Vodafone, que apoya la integración social y laboral de los colectivos más desfavorecidos a través de proyectos de desarrollo tecnológico.
En el tiempo que le queda libre le gusta practicar sus deportes favoritos: la navegación, el esquí y el polo.
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