El equilibrio entre vida personal y profesional, importante factor de motivación para el directivo español

Leadmans, consultora especializada en la Gestión del Liderazgo a los más altos niveles directivos y en todo tipo de organizaciones, destaca el equilibrio entre vida personal y profesional como uno de los principales factores de motivación para los directivos españoles de hoy en día.

“Dicho factor, prácticamente inexistente hace años, está adquiriendo en los últimos tiempos una relevancia cada vez mayor, marcando la agenda de los directivos españoles y alineando sus hábitos con el resto de países europeos”, explica Roberto Haig, de la consultora.

Evolución en las herramientas de motivación

Los medios para la motivación de los más altos directivos en España, y en el mundo en general, han ido evolucionando continuamente con el fin de adaptarse mejor a las exigencias y coyuntura de mercado, garantizando una mayor productividad y compromiso con cada proyecto empresarial. De este modo, y junto a beneficios sociales que antaño se consideraban privilegios y que hoy ya son commodities (coche de empresa, el seguro médico y un largo etcétera), al nivel retributivo y no sólo en los puestos comerciales va cobrando cada vez mayor importancia el variable, “una tendencia positiva, dado que trata de incentivar el trabajo por objetivos, la productividad, la innovación y el rendimiento del líder”, explica Haig.

Otra serie de factores, como las conocidas stock options, que tuvieron su boom alrededor del año 2000, siguen permaneciendo sobre todo en el ámbito multinacional, pero sin la fuerza y el peso que llegaron a tener antaño.

De todos modos y sin duda alguna, hoy según Leadmans el gran protagonista de las herramientas y acciones para la motivación del directivo son las garantías para alcanzar un equilibrio saludable entre la vida personal (sobre todo familiar) y la profesional.

Este factor personal ha estado apareciendo invariablemente en todas las negociaciones llevadas a cabo por Leadmans en los últimos años, orientados tanto al cambio profesional como a la gestión del liderazgo dentro de las organizaciones, como motivo de satisfacción o frustración con el día a día laboral. “El factor personal hoy es de este modo fundamental”, explica Haig, “observamos que directivos de los más variados sectores y tipos de personalidad tienen hoy muy en cuenta, dentro de su situación laboral, el tiempo que disponible para dedicar a su familia, para sus hobbies o para actualizarse”. Destaca, además, la adquisición por parte del o de la directiva de unas mayores responsabilidades en la atención a los hijos, como llevarlos o recogerlos del colegio, el tele-trabajo en caso de enfermedad de los mismos, etc.

Preocupación que propicia el cambio cultural

La inexistencia de estas exigencias en el pasado, o quizás precisamente el hecho de pasarlas por alto, ha generado según la consultora una creciente frustración en el ámbito directivo. “Infelicidad” que no sólo ha modificado la escala de sus indicadores de satisfacción, sino además está causando un importante cambio cultural, que alinea los hábitos de trabajo de los directivos en España con el resto de Europa.

“Y es que, cada vez un mayor número de directivos españoles trata de imponerse un régimen en el que el día de trabajo empieza a primera hora, las horas de las comidas se reducen, y se persigue la máxima productividad, con el fin de que el día pueda finalizar también para los directivos a una hora que deje tiempo para uno mismo y para la familia”, explica el consultor de Leadmans.

El que los máximos directivos de una empresa traten de imponerse esta cultura de trabajo (el líder es el ejemplo a seguir), hace que esta cultura se extienda a todo el resto de la organización, como algo que beneficia claramente no sólo a la motivación, sino también a la productividad y a la innovación de los empleados.

“Por supuesto, por muy importante que sea el equilibrio entre vida personal y profesional del directivo, las compañías interesadas en alcanzar una motivación real de sus directivos, deberán acompañar sus esfuerzos en esta línea con toda una batería de elementos adicionales para garantizar “la felicidad laboral”, como el crecimiento profesional a nivel retributivo y de responsabilidad, las condiciones para que el directivo se ve inmerso en un proyecto en desarrollo constante aún dentro de la misma compañía, etc.”, resalta Leadmans.